Luego de las cavernas el abobe fue y es el material de construccion mas utilizado, tierra amasada con los pies, alguna herramienta o con caballos, es el paso anterior al ladrillo cocinado actual. |
Beneficios para la salud, mejor aislamiento, contacto
con la naturaleza y autonomía son las razones por las que la edificación de
casas con tierra vive un nuevo auge bajo el auspicio de agrupaciones como la Red Iberoamericana
de Arquitectura y Construcción con Tierra, Proterra.
Consiste en "volver a adoptar patrones culturales
de antes, pero desde una visión contemporánea", que permite
"incorporar tecnología amigable con el medio ambiente en las
viviendas", explicó a Efe la arquitecta uruguaya Rosario Etchebarne,
integrante de Proterra y de la
Cátedra de la UNESCO Arquitectura de Tierra.
Mezquita de Djene, en Mali , Africa, de adobe en su totalidad tiene en la actualidad unos 800 años. |
Etchebarne constató que desde hace cinco años hay una
mayor demanda global para vivir en casas diseñadas con tierra y madera como
principales elementos. Al respecto, enumeró las ventajas de este tipo de
construcción relativas a la salud, porque "se respira dentro de ambientes
más sanos", y al confort, puesto que tiene gran capacidad de control de la
humedad y proporciona un elevado aislamiento técnico y acústico a la
estructura, capaz de regular la reverberación del sonido en las estancias.
Iglesia Virgen del Rosario en Catamarca, Argentina, totalmente de adobe, tiene unos 300 años de antiguedad. |
Además, más allá del punto de vista de la
construcción, sus beneficios son también de orden filosófico y psicológico, al
plantear un contacto más directo de los habitantes de la casa con la
naturaleza, añadió. Más de la mitad de la población mundial vive en casas de
tierra, emplazadas en lugares con diferentes climas y diversidad de situaciones
sociales y económicas, según datos de la UNESCO.
Viviendas de adobe actuales en España. |
De hecho, en los centros históricos de grandes
ciudades latinoamericanas como La
Paz , Bogotá y Lima, así como en importantes urbes europeas
como Lyon, Estrasburgo y Madrid abundan los edificios erigidos en tierra. En
Uruguay, este fenómeno es aún reciente, pero se expande rápidamente por la
costa este, especialmente por Rocha, así como en departamentos del interior
como Salto, donde es muy común la autoconstrucción de las casas, explicó
Etchebarne sobre su país.
Viviendas actuales de adobe y bambú en Navarro, Provincia de Bs. As. Argentina. |
A su juicio, en base a la tierra las personas
participan en la construcción de su vivienda y generan un concepto de propiedad
más integral que el de los habitantes de edificios de hormigón levantados por
grandes empresas constructoras.
"Antes hacer el arreglo del revoque o el encalado
era la rutina del año", como "cocinar pan o mermelada casera",
no obstante, con el cambio de hábitos de vida, "la casa se convierte en un
dormitorio y se pierde el hábito del mantenimiento", argumentó.
La arquitecta uruguaya defendió, por otra parte, que
la construcción con tierra puede ayudar a solucionar problemas de pobreza, pero
lamentó que tan solo se desarrollen proyectos aislados al respecto y que éstos
sufran la resistencia del mercado inmobiliario tradicional.
Antiguas casas de adobe en Carlos Casares, Provincia de Bs. As. Argentina. Llamados popularmente ranchos. |
Entre los estigmas que la arquitectura convencional
achaca a este material está el riesgo de derrumbe ante fuertes fenómenos
naturales como los terremotos.
Las estructuras de estas casas "son flexibles
como un canasto de mimbre que se rellena con tierra", al contrario del
hormigón que es "rígido", lo que "le permite acompañar el
movimiento del viento" sin venirse abajo, cercioró Etchebarne para
desmitificar esta idea.
Por ello, "había más sabiduría en esa forma de
pensar las estructuras que en las de ahora con el hormigón", sentenció la
uruguaya. Para el arquitecto español Alexandre Pillado, el hormigón armado es
un material "excepcional" con una resistencia estructural "sin
igual en la historia de la arquitectura", pero con una problemática poco
conocida por ser aún reciente.
Al final, "la cuestión no es construcción con
tierra sí o no", defiende Marta Boneta, también arquitecta española,
"sino utilizar racionalmente los recursos del lugar". No puedes usar
adobe en el polo norte, pero sí en muchas zonas de África y América Latina,
precisó Boneta, quien atestiguó que existen carencias en bioconstrucción en la
formación universitaria de los arquitectos.
En la universidad hablar de tierra siempre queda como
"algo novedoso y experimental", coincidió Etchebarne, para quien es
necesario invertir en formación, tanto de profesionales como de mano de obra.
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