DATOS 2019/2020: La Argentina presenta el mayor
porcentaje de obesidad en niños y niñas menores de cinco años en América
Latina. Preocupa a las autoridades sanitarias "la situación epidemiológica
local". "Es una epidemia que está creciendo y que hoy afecta a cada
vez más niñas, niños y adolescentes", advirtieron.
El
sobrepeso y la obesidad son de los principales problemas de salud pública de la
actualidad a nivel mundial. Tal es así que, en los últimos 30 años,
sus índices llegaron a triplicarse.
Según los últimos datos arrojados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 había más de 340 millones de
niños y adolescentes -de 5 a
19 años- con sobrepeso u obesidad. Asimismo, junto a la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), indican que la prevalencia de obesidad en
menores de cinco años es de 6,2% (41 millones) a nivel global, con un aumento
de 33% desde 2000 a
2016.
En ese contexto, la Argentina constituye un mal
ejemplo en la región y presenta el mayor porcentaje de obesidad infantil en
niños y niñas menores de cinco años en América Latina. Los números lo avalan:
según la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y Malnutrición de la
OMS, los argentinos poseen un 7,3% de prevalencia. Asimismo, según el Centro de
Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), uno de cada tres niños en edad escolar tiene sobrepeso u obesidad.
En
el país, las últimas cifras disponibles resultaron de un análisis minucioso de
la situación epidemiológica de los escolares en la Argentina, que da cuenta
-según un estudio realizado por el Programa Nacional de Salud Escolar (PROSANE)
en 2019- de las variaciones de datos antropométricos en una cohorte
retrospectiva de 10.961 niños y niñas que fueron controlados en primer grado
(2012) y sexto grado (2017). Los resultados mostraron que el sobrepeso aumentó de 21,1% a 26,6% y la obesidad, de 14,5% a 22,7%
entre los niños, niñas y adolescentes (NNyA) argentinos.
En el marco de la presentación de la última Guía de Entornos Escolares Saludables,
la directora nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No
Transmisibles, Verónica Schoj, de la Secretaría de Gobierno de Salud, advirtió
que "la situación epidemiológica de sobrepeso y obesidad infantil en
Argentina es muy preocupante. Es una epidemia que está creciendo y que hoy
afecta a más de uno de cada tres niñas, niños y adolescentes".
Schoj
expresó que esta epidemia tiene gravísimas consecuencias no sólo sanitarias en
el largo plazo ya que la obesidad no sólo es un factor de riesgo de diabetes,
de cáncer, de enfermedad cardiovascular sino también, en el corto plazo, de
dificultades en la inserción social de los chicos, discriminación, bullying y
reducción del rendimiento escolar. "Esta guía es un conjunto de medidas
para que la escuela no sea un entorno que promueva la obesidad sino que
promueva hábitos saludables en alimentación y actividad física adecuada".
En esa línea, y casi como si se tratara de un
fenómeno de causa-efecto, desde la Secretaría de Gobierno de Salud señalaron
que sólo uno de cada cinco niños y adolescentes cubren
la recomendación de actividad física diaria. Según datos del
Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, el 80% de los
adolescentes de entre 13 y 15 años no alcanza a cubrir las recomendaciones
diarias en cuanto a la práctica de actividad física requerida, y más del 50% de
ellos pasa más de tres horas en estado sedentario, además del tiempo que pasa
en la escuela con jornadas preponderantemente sedentes.
En ese sentido, la directora nacional de
Maternidad, Infancia y Adolescencia, Diana Fariña, sostuvo que "la actividad física reporta beneficios fundamentales para la salud de
niñas, niños y adolescentes y se asocia con una mejor aptitud física, un peso
adecuado, un perfil de riesgo favorable para prevenir
enfermedades cardiovasculares y metabólicas, una mejor salud ósea y un mejor estado
anímico". Y destacó que "los individuos con niveles más altos de
actividad física tienen una menor prevalencia de trastornos emocionales y
psicológicos. Aún aquellos niños con problemas crónicos de salud (como
sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial o diabetes, entre otras) también se
benefician con la inclusión de actividad física como parte del tratamiento y
resulta fundamental que la practiquen".
Los
datos de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018 presentada este
año muestran una radiografía del estado de salud de la población adulta
argentina que confirma el avance del sobrepeso y la obesidad: el 61,6% de los
argentinos tiene exceso de peso, en una proporción de 36,2% de personas con
sobrepeso y 25,4% con obesidad.
Durante su presentación, el secretario de Gobierno
de Salud, Adolfo Rubinstein destacó que el trabajo "permite tener una
línea de base muy rigurosa y confiable para saber por dónde seguir con la
implementación de políticas públicas y poder diseñar las estrategias más
efectivas para al menos poder detener la epidemia de obesidad, y focalizar
especialmente en la obesidad infantil,
que es el problema de salud pública que más amenaza el futuro de los argentinos en
cuanto a las complicaciones sanitarias, sino que comprometen el desarrollo
social y económico de la Argentina".
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