SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 18 de febrero de 2020

Saben que solo el 3% de argentinos compran dólares, ¿entonces porque nos sumerge en tanta desgracia? esta nota hecha un poco de luz sobre este fenómeno.


El “cepo light”. (2019)  El Banco Central puso un límite de US$ 10.000 a las compras por parte de particulares, ordenó a los exportadores repatriar moneda extranjera dentro de los cinco días posteriores al pago y obligó a las empresas a pedir la autorización del banco para comprar dólares, excepto para casos de importación. Desde entonces, el peso se ha estabilizado después de caer cerca de 25% en agosto y la urgencia inicial de los argentinos por retirar efectivo de sus cuentas de ahorro en dólares también se disipó.


A cuántos y a quiénes afecta el cepo. No a muchos. En julio, 1.500.000 argentinos compraron dólares, un 20% más que en junio. Y cerca de la mitad, 800 mil, compraron US$ 500 o menos.
·                                 ¿Cuántos pueden comprar más de los US$ 10.000 mensuales? Los que se ven limitados por los controles cambiarios que impuso el Gobierno son 26 mil personas, o sea menos del 2% de los que compran dólares. Y solo 47 personas compraron más de US$ 50.000 en julio. Las cifras se corresponden a estadísticas oficiales del Banco Central. 
·                                 ¿Cuántos comprar dólares regularmente? La cifra oscila entre 750 mil en los tiempos de relativa calma en el mercado de cambios y picos de poco más de 1,5 millón en julio. En agosto la cifra probablemente fue cercana a los 2 millones. En 2017 menos del 10% de los argentinos -y en su mayoría hombres mayores de 50- compraron o vendieron dólares.

Si pocos lo pueden atesorar, ¿por qué la cotización del dólar pone en jaque la estabilidad del país?


El fenómeno tampoco se explica por las importaciones, que se pagan en dólares, ya que en Argentina representan cerca de un 13% del Producto Interno Bruto, una de las tasas más bajas del mundo.
La cotización del dólar hipnotiza a los 44 millones de argentinos: el país tiene un dilema histórico con esa moneda, que incluye cómo generar suficientes dólares como para cubrir lo que necesita para pagar las importaciones, alimentar la compra de dólares para ahorro y generar confianza en el peso.
Según la consultora de Orlando Ferreres, la falta de confianza en el peso y las políticas económicas que licuaron, a partir de la inflación, los ahorros tantas veces en la historia llevaron a los argentinos a colocar unos US$ 400.000 millones en el extranjero, abajo del colchón y en cajas de seguridad. El INDEC estima que el monto que los argentinos tienen "debajo del colchón" (en cualquiera de sus formas) es de alrededor de US$ 280.000 millones, lo que equivale al aproximadamente a un tercio del PBI de la argentina. 
La falta de confianza está directamente vinculada al impacto inflacionario que tiene el dólar en la Argentina. Acá, cuando el dólar sube, los precios de los supermercados también aumentan y por eso cuando la divisa comienza a subir, los consumidores se ponen nerviosos. La Argentina tiene el traslado a precios más alto de América Latina, según un reportaje de la BBC. El Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (IIEP) calcula que la Argentina tiene una tasa de dolarización del 70%. Chile tiene 11% y Perú, 44%. 
En Argentina la gente piensa en dólares y las grandes transacciones, como las inmobiliarias, se hacen o planifican en dólares. A eso hay que sumar que la Argentina es un gran exportador de alimentos, muchos de ellos son también parte de la canasta básica alimentaria (la carne, harina, soja, entre otros.) y por ende están dolarizados. Lo mismo con la energía y la nafta. Es por eso que cuando sube el dólar los consumidores sienten el impacto de inmediato en el bolsillo.Y a la industria le impacta por que en general tiene que importar insumos para la producción, y estos son en dólares. El sector electrodoméstico y el automotor son dos claros ejemplos.
El acuerdo político que no llega. El domingo pasado en La Nación, el economista argentino Manuel Trajtenberg, doctorado de Harvard y que hace años vive en Israel, donde entre 2006 y 2017 ocupó cargos públicos como asesor del Primer Ministro y del Parlamento israelí, dijo que el tipo de acuerdo político necesario para solucionar el problema de los argentinos con el dólar no es posible en las actuales condiciones.
·                                 Explica que en Israel llevó 15 años para que los precios de las viviendas dejaran de ser denominados en dólares. Fue necesario un acuerdo político a largo plazo y que fue doloroso. “Es un proceso largo, difícil y lo principal es la consistencia, que la gente lo entienda y que se transmita de forma política”, concluye.

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