Ensayos
realizados por especialistas del INTA y mejorar significativamente la
conversión de alimento en novillitos en terminación a corral, mediante el uso
de un aditivo multifactorial. La eficiencia de conversión de alimentos en
peso corporal es clave en cualquier sistema de engorde.
Por esto, el INTA Valle Inferior, Río Negro, Concepción del Uruguay
-Entre Ríos- y la empresa Zorion evalúan el desempeño de novillitos Polled Hereford de 250
kilos durante un período de 90 a 100 días. La iniciativa contempla cuatro tratamientos: dos
con un aditivo multifactorial y dos con alimento balanceado tradicional más
heno y otro con mezcla de maíz y heno para el acostumbramiento.
Datos preliminares mostraron que
los animales que recibieron raciones con el aditivo consumieron entre un 31% y un 35% menos de alimento por kilo de peso ganado, por lo
que se lograron ratios de conversión cercanos a 5:1 -5 kilos de alimento por cada kilo de peso
vivo ganado-, frente a los valores tradicionales de 7:1.
El principal beneficio de esta
propuesta es eliminar la necesidad del período de adaptación cuando se cambia
de una dieta pastoril a una de alto contenido de grano. Este proceso,
tradicionalmente complejo y controlado, implica entre 20 y 25 días de
manejo intensivo para evitar trastornos digestivos, algo que este nuevo insumo
busca evitar por completo.
Según
explicó María Gabriela Garcilazo -técnica del área de producción animal del
INTA Valle Inferior-, "la incorporación del aditivo multifactorial
permite que el rumen de los bovinos se adapte de manera casi inmediata a la
nueva dieta sin pasar por etapas graduales. Esto simplifica
enormemente el trabajo en el campo, reduce riesgos digestivos y permite un
aprovechamiento más eficiente del alimento".
"Esta evaluación forma parte
de una estrategia más amplia del INTA para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad
de los sistemas ganaderos, reduciendo costos y riesgos, y mejorando la
rentabilidad para los productores. En un contexto de creciente demanda de
alimentos y eficiencia productiva, desarrollos como este representan
oportunidades concretas de transformación para el sector", indicó
Garcilazo.
Mayor
precisión en la evaluación de resultados obtenidos
Uno
de los aspectos distintivos de este estudio es la incorporación de tecnología
avanzada para medir el consumo individual de los animales. Para ello se utilizan
los comederos RFI -Índice de Conversión Residual- instalados en la
experimental, que permiten conocer con precisión la frecuencia y cantidad de
alimento consumido por cada animal. Esta información resulta esencial
para evaluar la eficiencia del aditivo multifactorial no solo a nivel general,
sino también individual.
El
equipo del INTA Concepción del Uruguay, donde se inició el desarrollo del
producto, evaluó el aditivo en un feedlot en el que se realizaron las
primeras pruebas a gran escala antes de su ingreso al mercado.
Sebastián
Vittone, referente nacional en nutrición animal del INTA Concepción del
Uruguay, destacó que "hoy, más de 40 plantas de alimentos balanceados en
todo el país lo utilizan en sus líneas comerciales. En el caso del ensayo que
se realiza en Viedma, el alimento proviene de la planta Convertir, que formula
el balanceado con el complemento incluido" y agregó que "este
tipo de productos no se venden directamente al productor, sino que se
incorporan en plantas de balanceado que entregan el alimento ya formulado, sea
como producto terminado o como concentrado proteico para mezclar con maíz u
otros granos disponibles".
La
importancia del trabajo en el INTA Viedma radica también en probar la eficacia
del aditivo en condiciones climáticas del sur del país, donde la
disponibilidad de recursos forrajeros y los perfiles de suelo difieren
considerablemente de los del litoral o centro del país. A ello se suma la
ventaja de contar con tecnología de precisión como la que ofrece la unidad
experimental, lo que permite obtener resultados de alta confiabilidad.
Juan
José Gallego, especialista del INTA Alto Valle y coordinador de la experiencia
en INTA Viedma, resaltó la importancia de estas herramientas: "Los
chips electrónicos y las cámaras nos permiten evaluar con mayor precisión los
efectos del aditivo sobre la eficiencia animal. Obtenemos datos
objetivos y constantes que nos dan una imagen mucho más clara del desempeño
productivo".
En
ese sentido, María Eugenia Munilla, especialista de INTA Concepción del Uruguay
explicó que "la experiencia inició con 47 novillitos Polled
Hereford de 250 kilos de peso vivo (PV) y los primeros resultados ya ratifican
lo observado en experiencias precedentes". De las primeras 5
semanas de evaluación ya se dispone de información, con un alto nivel de
detalle del comportamiento de los animales frente a los distintos tipos de
raciones evaluadas. En este caso, "cuando se incorpora el aditivo
multifactorial acceden al comedero el doble de veces que con una ración
convencional y comen la mitad de alimento en cada acceso", expresó.
Aunque
la investigación está enfocada en bovinos, también se han iniciado
algunas experiencias en ovinos, lo que abre la posibilidad de ampliar
el uso del aditivo a otros sistemas productivos de la región. El ensayo es
fruto de un convenio de cooperación entre la empresa Zorion, el INTA Valle
Inferior y el equipo técnico del INTA Concepción del Uruguay (Entre Ríos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario