La solidaridad es un valor de gran trascendencia para
el genero humano y estuvo presente en Agustín Ferrari, de la mano del Centro
Cultural para la
La solidaridad nace del ser humano y se dirige
esencialmente al ser humano. La verdadera solidaridad, aquella que está llamada
a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los
individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal
que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable
de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca
de la persona, sin importar su raza, edad,
sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad trasciende a todas las fronteras:
políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el
hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la
conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.
La solidaridad implica afecto: la fidelidad del
amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por
causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un
deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad.
Porque ser solidarios, porque es lo justo, porque todos vivimos en una
sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque todos estamos juntos en
este barco de la civilización; porque somos seres humanos, iguales en dignidad
y derechos.
Gracias a esta juventud merlense que nos recuerda el verdadero sentido de la
solidaridad.
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