viernes, 12 de abril de 2013


El AMOR obsesivo es una enfermedad, e aquí las fases de un amor de esta características, “que no es amor”.
Para comenzar el tratamiento un Psicólogo alcanza.
¡Cuidado con los juegos que no son juegos!
 
Fase de atracción: Se produce una intensa y repentina atracción por la otra persona y un deseo de establecer una relación de inmediato, sin tener en cuenta su personalidad o posible compatibilidad. Confunden la atracción física inicial con amor y piensan que sus intensos sentimientos indican que están ante el amor de su vida, a pesar de que no conocen aún a esa
persona.
La violencia no es amor
 
Fase ansiosa: Si se ha logrado establecer dicha relación, ésta se caracteriza por una gran ansiedad, con miedo al abandono, celos y pensamientos de infidelidad. Existe un deseo intenso de estar en contacto frecuente con esa persona, ya sea personalmente o mediante llamadas o mensajes. El miedo a la pérdida y la desconfianza generan sentimientos de tristeza, depresión o ira, de manera que las emociones son variables y extremas, con sentimiento de intensa alegría cuando todo va bien y miedo, ansiedad, ira, celos, etc., cuando percibe algún problema o sucede algo que hace aflorar sus muchos miedos e inseguridades. La persona obsesionada intenta controlar la conducta de su pareja y no desea que mantenga contacto con otras personas, de manera que se corre el riesgo de que se produzca un maltrato psicológico. A veces se producen reacciones violentas si la otra persona empieza a negarse a las exageradas demandas obsesivas.
Hay que pedir ayuda al comienzo
de esta obsesión
 
Fase obsesiva: Se produce una total pérdida de control, la obsesión llega a su punto máximo, así como las conductas de control obsesivo. La persona víctima de la obsesión se siente mal y empieza a alejarse, lo cual crea más ansiedad y deseo de control en su pareja. La persona obsesionada no puede dejar de pensar en la otra persona y demanda una atención constante, sus llamadas son muy frecuentes y envía numerosos mensajes a lo largo del día. Pueden producirse acusaciones infundadas de infidelidad, y conductas obsesivas como seguir a la persona al trabajo para asegurarse de que no va a otro lugar, registrar sus objetos personales, revisar sus mensajes, etc. Deseo de saber todo lo que hace la otra persona, donde está en cada momento del día y con quien. Puede llegar a producirse maltrato emocional y físico.
Idealizar exageradamente el otro se convierte
en ocaciones en un cuadro obsesivo
 
Fase destructiva: En esta fase tiene lugar la destrucción de la relación, que hace que la persona obsesionada se deprima tremendamente, con pérdida de autoestima, sentimientos de culpa, desprecio y odio hacia sí misma, así como ira o deseos de venganza. A veces, puede recurrir al alcohol, las drogas o el sexo como forma de consuelo o sentir deseos de suicidarse.
Cuando se cree que todo esta perdido recurrir al Psicólogo
 
Qué puedes hacer si sientes un amor obsesivo: Si la obsesión que sientes es algo más que la obsesión típica y normal que casi todo el mundo experimenta al inicio de una relación, lo primero que has de pensar es que tu forma de relacionarte a nivel de pareja no es sana y necesitas aprender modos más constructivos de relacionarte tanto contigo como con los demás. Probablemente tienes diversos temas emocionales que solucionar, tal vez relacionados con el abandono, abuso o maltrato en la infancia, problemas de ansiedad, depresión, baja autoestima, etc.
¡CUIDADO! Muchas obsesiones terminaron
 en crímenes pasionales
 
Por tanto, si tus relaciones se han caracterizado por este patrón obsesivo, acude a un psicólogo para solucionar estos problemas antes de entrar de nuevo en una relación. Ten en cuenta que todas tus relacione acabarán mal mientras no aprendas a relacionarte de un modo más sano y superes esta tendencia a la obsesión, miedos, inseguridades o viejos traumas que te impiden conseguir lo que más deseas: poder tener una relación estable con alguien que te ame de verdad.
 

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