El histórico Pino de San
Lorenzo, a cuya sombra el general José de San Martín redactó el parte de guerra
de la épica batalla, corre riesgo de desaparecer luego de que un temporal de
viento y piedra que azotó el sur de Santa Fe afectó su masa verde y la
circulación de la savia.
El inexorable paso del tiempo y los
sucesivos embates de la naturaleza le han provocado severos deterioros a la
histórica conífera, que se calcula tiene más de 220 años. El 30 de enero de
1946 el Poder Ejecutivo Nacional lo declaró Árbol Histórico. Bajo su frondosa sombra el general San
Martín descansó y redactó el parte de guerra de la Batalla de San Lorenzo el
3 de febrero de 1813. Si bien no hay una fecha precisa, el pino
(pinus pinea) o pino piñonero, habría sido plantado por la orden religiosa de
los franciscanos en 1790.
A lo largo de sus más de 220 años el árbol
soportó todo tipo de contingencias vinculadas con la acción de la naturaleza,
pero puntualmente los temporales de viento y lluvias, con caída de granizo y
piedras de los últimos años son los que minaron su añosa estructura.
La fuerte tormenta del 23 de octubre que
azotó la localidad de San Lorenzo -con caída de abundante piedra-, despojó gran
parte de su masa verde, y además afectó la circulación de su savia.
En consecuencia, salvo un milagro de la
naturaleza o el resultado de alguna técnica de recuperación, las ramas y gajos
del pino se irán secando y así desaparecerá el árbol que fue testigo de la
épica batalla libertadora.
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