jueves, 12 de junio de 2014

Fuimos homenajeados con un MAJESTUOSO PUCHERO en la casona de Aldo Capece.

Con una semana de anticipación fuimos invitados José y yo a disfrutar de un verdadero puchero criollo cocinado con todos los honores y respeto que merece un puchero, solo realizable con la pasión y el conocimiento del Dr. Aldo Capece.
Casona de A. Capece junto a la Secretaria de Juventud, Juncal y Perú, Merlo
 
No quiero pasar por alto los ingredientes de esta comida otrora solo realizable por las familias más humildes de las provincias, dado que papas o papines, zanahoria, zapallo, tomate, choclo, batata y un atado de verduritas varias, se cosechaba en su totalidad en los hogares, con el esfuerzo extra del hombre y la mujer de la casa, intervenían los niños también, (fueron tiempos difíciles) a todo esto se le sumaba la parte de la vaca mas común y económica, garrón, rabo, espinazo, etc. que costaba centavos por entonces.
Aldo y José sobremesa y charla jugosa.

Por aquellos tiempos en los hogares también había gallinas, cerdos y ovejas, en ocasiones cuando había que cuidar el dinero se sacrificaba estos animales y muchas veces eran parte del puchero.
Ahora bien queridos lectores, todas las verduras descriptas con anterioridad, mas la ensalada (rucula, apio y rabanitos) son de la huerta de Aldo Capece, esta trabajada  en su totalidad por él, este paraíso lo crea en parte del jardín que se encuentra en los fondos de la casona ubicada en Merlo Centro, Perú y Juncal, a esto que se asemeja a un relato de otra época les agrego que Aldo es un joven de solo 86 años y que el almuerzo fue el miércoles 11 de junio de 2014.

¡PUCHERO! tantas recetas como cocinas hay en la Argentina.

Regresando a la ceremonia del puchero les cuento que para entrar en calor Aldo sirvió  exquisitas tazas de caldo, luego al puro estilo campo nos proveyó de un importante plato y nos hizo acercar a la fragante y suculenta olla, con minuciosidad fue sirviendo las verduras y la carne,  todo acompañado con un vino tinto de 6 años de añejamiento de paladar y textura para recordar. Para finalizar naranjas, también del jardín-huerta de anfitrión. (Fue un puchero palaciego)

Para finalizar este relato destaco que se produjo una extraña y rica conversación, entre un Licenciado en Ciencia Económicas, (José) un Doctor, Historiador-Escritor y músico (Aldo) y un poeta, (Miguel Ángel), teníamos en común la pasión por la vida y el amor al prójimo, los temas fluctuaban desde la política a la poesía de la política, de la economía a la pasión por hallar un equilibrio y desde la medicina a la necesidad de una Argentina mejor a pesar de todo lo realizado.

Mientras almorzabamos el aliento del otoño desnudaba este pequeño árbol

Gracias querido Dr. Aldo Capece por esa manifestación de humanidad que se siente al llagar a su casa y sentarse a su mesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario