lunes, 21 de septiembre de 2015

Disfrutemos plenamente del aire libre y de nuestro rey el SOL, pero debemos respetar algunas normas para no caer en el hospital.


Quienes se dispongan a disfrutar de jornadas al aire libre deben tener presente lo importante que es contar con anteojos oscuros, no necesariamente costosas pero sí de buena calidad; también gorras o sombreros y prendas de vestir preferentemente holgadas y claras. Además, es necesario aplicarse crema con filtro solar en las partes del cuerpo que quedan al descubierto, como el rostro, brazos y piernas, pero es fundamental asumir que estos productos no brindan una defensa frente a una exposición al sol prolongada.
El tostado es muy tentador, pero el precio suele ser muy alto
si no se toman las precauciones necesarias.

Los rayos ultravioletas (UV) son más potentes entre las 10:00 y las 16:00, lapso en el que deben extremarse los cuidados y permanecer bajo la sombra, aunque el efecto del resplandor o radiación solar en exceso también resulta nocivo -Recomiendan los médicos-. Se debe tener presente el índice UV que existe donde usted esta vacacionando para planificar las actividades al aire libre.
En la prevención esta el éxito de unas vacaciones inolvidables.


Con respecto a las cremas protectoras, los estudios médicos recomiendan utilizar productos de amplio espectro, con factor de protección igual o superior a 30. Se debe aplicar de modo abundante sobre la piel expuesta y repetir la acción cada dos horas, o después de trabajar, nadar, jugar o hacer ejercicio al aire libre. Para los niños, el cuidado debe ser mayor, ya que son más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos. Cuando estén al aire libre, hay que protegerlos de la exposición a los rayos UV, mientras que los bebés deben permanecer siempre a la sombra.

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