sábado, 10 de octubre de 2015

Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental y de la Dignidad en la Salud Mental. A las enfermedades mentales por el padecimiento que fuere se suman las drogas.


La SALUD MENTAL cada vez más amenazada en el mundo por el avance de las DROGAS en todas sus formas, todas conducen a una enfermedad mental auto-destructiva y muy dolorosa: La esquizofrenia es una de las formas más graves de los síndromes psiquiátricos y a la vez más frecuentes. Tiene una edad de aparición entre los 15 y 30 años. También es llamada “Psicosis discordante”, definida como la discordancia entre el pensamiento y la conducta que manifiesta este pensamiento. El mayor problema es que va encaminado a desembocar en la cronicidad y un estado mental que conduce a la locura. Con mal pronóstico porque limita la vida del enfermo e incluso la vida de sus familiares.

Muchas personas con trastornos mentales ven pisoteada su dignidad

  • Con frecuencia son encerradas en instituciones donde quedan aisladas de la sociedad y sujetas a tratos inhumanos y degradantes.
  • Muchas sufren maltrato físico y emocional, abusos sexuales y abandono en hospitales y cárceles, pero también en el seno de sus comunidades.
  • A menudo se les priva del derecho de tomar decisiones por sí mismas. A muchas se les niega sistemáticamente el derecho de tomar decisiones sobre la atención y tratamiento de salud mental que reciben, el lugar donde quieren vivir y sus asuntos personales y financieros.
  • Se les niega el acceso a atención general y de salud mental. En consecuencia, tienen más probabilidades de morir prematuramente, en comparación con la población general.
  • A menudo se les priva de acceso a la educación y a oportunidades de empleo. La estigmatización y las ideas erróneas sobre los trastornos mentales implican que esas personas también sufren discriminación en el mundo laboral y se les niegan oportunidades de trabajar y ganarse la vida. Los niños con trastornos mentales también quedan con frecuencia excluidos de oportunidades educativas. Esto desemboca en marginación y en la exclusión de oportunidades laborales en etapas posteriores de la vida.
  • Se les impide integrarse plenamente en la sociedad. Se les niega la posibilidad de participar en asuntos públicos, de votar o presentarse a cargos públicos. No se les da la oportunidad de intervenir en la adopción de decisiones sobre cuestiones que les afectan, como reformas normativas, legislativas o de servicios en relación con la salud mental. Además, con frecuencia se les niega el acceso a actividades recreativas y culturales.

"Cuando se tienen problemas de salud mental, es una espada de doble filo. Estamos marcados. Si vivimos en casa, estamos marcados, y también en el sistema. No se respeta demasiado nuestra dignidad".

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