Este árbol originario de China es capaz de
crecer en suelos infértiles y absorbe diez veces más cantidad de dióxido de
carbono que otras plantas.
La lucha contra la desertificación y el cambio climático podría tener
un gran aliado en la propia naturaleza. Según podemos leer en «El blog verde», existe una planta capaz de
crecer en tierras en las que ninguna otra especie podría sobrevivir,
aportándole además toda clase de nutrientes que la transforman en un suelo
fértil.
Este árbol tan excepcional es la Paulownia
tormentosa, conocido como kiri o árbol emperatriz. Con una altura de
hasta 27 metros
y grandes hojas y vistosas flores, el kiri se popularizó como planta ornamental
en Japón, desde donde se extendió a Europa en el siglo XIX.
Entre sus características destaca
su capacidad para resistir a agresiones extremas, como el fuego, ya que puede
regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida incluso en terrenos
casi estériles. Por ello, suele utilizarse como «planta pionera» en suelos poco
fértiles puesto que sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al suelo
al descomponerse, mientras que sus raíces previenen la erosión.
Además, absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro
árbol y emite grandes cantidades de oxígeno, lo que lo convierte en un aliado
con gran potencial para luchar contra el cambio climático. Con estos
credenciales, en 2008 se inicio en Texas un proyecto denominado The Kiri Tree Revolution,
con el objetivo de plantar un millón de estos árboles para purificar el
contaminado suelo de este estado norteamericano y lograr que vuelva a ser apto
para el crecimiento de especies vegetales.
Si la experiencia prospera, el
árbol más resistente del mundo podría ayudar a recuperar muchos rincones de
nuestro cada vez más deteriorado planeta.
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