El pueblo siempre demandan de sus dirigentes
políticos honestidad y austeridad pero como sabemos, en buena parte de los
casos tales condiciones no abundan, lamentablemente, en el ámbito de la
política. Sin embargo, hay algunos hombres que la “honestidad fue un apostolado”
y que expresan estas características a la máxima potencia y uno de ellos ha
sido el político y ex presidente argentino Arturo Illia.
De profesión médico, Illia, siempre se destacó por las
indicadas condiciones que por supuesto formaron parte de su actividad
profesional. Militó en la
Unión Cívica Radical (UCR) y de la mano de este partido llegó
a la presidencia. También fue diputado y vicegobernador por la provincia de
Córdoba.
Su relación con la política comenzaría en el año 1918, especialmente influenciada por su padre y hermano, quienes militaban enla UCR.
Tras completar sus estudios básicos ingresa a la facultad de Medicina dela Universidad de Buenos
Aires (UBA) para cursar la carrera de médico. Se gradúa en el año 1927.
Su relación con la política comenzaría en el año 1918, especialmente influenciada por su padre y hermano, quienes militaban en
Tras completar sus estudios básicos ingresa a la facultad de Medicina de
En el año 1928 conoce al entonces presidente Hipólito
Yrigoyen quien le propone ejercer la medicina en el interior del país y así es
que desembarcará en la localidad cordobesa de Cruz del Eje, donde se asentará y
ejercerá como médico. A la par de su actividad como médico, Illia, trabajaba
incansablemente en la política cordobesa. Ya en esta época la gente comenzaba a
destacar su perfil solidario y austero.
En 1940 es elegido vicegobernador de Córdoba, antes, ya
había sido senador y una vez que dejó el cargo de vice se convirtió en diputado.
En 1963, Illia, resulta ganador en las elecciones
presidenciales por un margen realmente pequeño. La época se destacaba por su
inestabilidad política, dado que el presidente anterior, Arturo Frondizi, fue
derrocado al poco tiempo de asumir y el país venía de largos años de
proscripción del Peronismo.
El 12 de octubre de 1963 asume formalmente el cargo de
presidente y aunque su gestión se vería abruptamente interrumpida el 28 de
junio de 1966 por un golpe militar, sería importante por varias políticas
impulsadas, entre ellas: la explotación del petróleo, promoción de la industria
nacional, de la alfabetización, y la sanción de importantes leyes como fueron
la del salario mínimo, vital y móvil y la de medicamentos.
Por otra parte, el gobierno de Illia logró bajar la
desocupación y disminuir la deuda externa. Lamentablemente, las condiciones
políticas no fueron las mejores y entonces se truncó el avance de la
transformación.
Una vez afuera del poder reafirmó ese perfil austero y
honesto al rechazar la jubilación y trabajar en la panadería de un amigo.
Jamás abandonó la militancia política. Falleció en
Córdoba un 18 de enero del año 1983.
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