Los informes de los desiertos creados por el hombre no hacen reaccionar a
las multinacionales agrícolas, al parecer ya se están yendo a vivir a Marte
para también destruirlo.
Solo esto veremos en el futuro, grandes campos estériles y polvorientos. |
Argentina cuenta
con 2.780.400
km2 de superficie, lo
que la coloca como la octava nación con más territorio del mundo. En
contraposición de esto, sólo cuenta con 43 millones de habitantes (según un
cálculo estimado del gobierno nacional), hecho que clasifica el país en el
puesto número 23 en el ranking mundial de población. Esto significa que hay
grandes extensiones de tierra para explotar. Sin embargo, por diversos motivos, el país no hace
un uso responsable de sus recursos y se avecina una fuerte expansión de la
desertificación e improductividad de las grandes
extensiones de tierras.
¿Qué es la
desertificación y cómo afecta al mundo?
Este es un paisaje doloroso y cotidiano, la tierra de rodillas por agotamiento |
Los primeros países en desertificar por exceso
de siembra fueron Rusia y EE. UU., ahora sobrevuelan Sudamérica en busca de
tierras para desertificar. Cerca del 35% del territorio mundial se considera
desértico, según Naciones Unidas, y eso es resultado, en parte, de la constante
actividad humana sobre el suelo, que lo deja improductivo al perder todo tipo
fertilidad.
La gran enemiga, LA SOJA- |
Estos
problemas de degradación de los recursos naturales se dan en el contexto de una
nación que los posee de forma abundante, sobrepasando la riqueza natural de
muchas potencias mundiales. No obstante, diferentes actores políticos y
económicos han permitido el avance de las mineras, las petroleras, la industria
de la soja y la tala forestal. Las consecuencias de ello: zonas de alta
productividad arrasadas simplemente para el beneficio de unos pocos.
Otras regiones del país que se encuentran en grave peligro
de desertificación son la zona cuyana, especialmente la provincia de San Luis
donde hay una expansión agropecuaria de productos
propios de regiones húmedas que genera la pérdida de
fertilidad en suelos más áridos como los de dicho distrito.
Aquí cobra importancia el régimen
de tenencia de tierras para esta maximización indiscriminada de la producción a
gran escala.
A su
vez, la expansión de la frontera de la soja afecta
directamente a provincias como Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero, lo
que provoca
la pérdida significativa de nutrientes en el
suelo. Esto va de la mano de los procesos de expansión de
tala de árboles y negocios similares que desarrollan muchas multinacionales
dedicadas a este negocio.
La tierra empobrecida deja morir los cultivos. |
Por último, la provincia de Buenos Aires presenta los niveles más
altos de desertificación del país, fenómeno acompañado por
una pérdida de nutrientes del suelo básicos para la producción de alimentos.
Esto evidencia una falla en la planificación estratégica del país para sus
sistemas de producción, algo que no sólo ha tenido un impacto ambiental sino
que también ha provocado que Argentina haya perdido su soberanía alimentaria.
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