lunes, 13 de noviembre de 2017

Cambio Climático: Uruguay y Argentina siguen contaminando nuestros ríos.


Planta Pastera Ex. Botnia de Fray Ventos, Uruguay: El informe muestra que según la CARU y la Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay (DINAMA) detectaron una decena de “apartamientos a las normativas” del lado uruguayo, en tanto del lado argentino se registraron presencia de hierro mayores a las permitidas, aluminio, berilio y amonio en cada campaña realizada.

 Lo demostrado por este informe pone en evidencia que del lado argentino la contaminación producida es mayor a la planta de celulosa UPM, pero no por eso la exime de las responsabilidades de la contaminación del medio ambiente demostradas en el ultimo informe.-2017-

Es una canallada que empresas con capacidad de regular su actividad y no hacerla contaminante para los ríos y las napas de aguas no lo hagan por especulación de la ganancia capitalista. Esto no es una disputa entre países. Vayamos al caso de la cuenca Matanza – Riachuelo (que desemboca en el Río de la Plata) en donde en sus costas viven seis millones de personas y donde se ubican más de cien fábricas que tiran sus afluentes sin tratar, 

provocando que el río de la plata sea el tercer río más contaminado del mundo por la falta de plantas procesadoras de residuos cloacales y por el “dejar hacer” por parte del Estado a las empresas allí ubicadas, como es el caso de la petrolera Shell ubicada en Dock Sud (Avellaneda). No por nada, el barrio ubicado al lado de esta planta se llama “Villa Inflamable”. Otros estudios realizados muestra que las personas que viven a la vera de la cuenca sufren todo tipo de enfermedades, entre las más comunes: el cáncer.
Lo que sí se sabe es que todos los políticos patronales prometen en cada elección que van a limpiar el Riachuelo y esto como es harto evidente nunca pasa. Solo se toman medidas cosméticas como barreras de contención, y en muchos casos se utilizan para ocultar negocios como el lavado de dinero. Esto sucede los desde tiempos de Carlos Saúl Menem cuando designó a María Julia Alsogaray en la Secretaria de Medio Ambiente y prometió el plan “1000 días” para limpiar el riachuelo. Ya pasaron bastante más de 1.000 días y nada cambio.
A los únicos que realmente les interesa un verdadero cambio ambiental es a los trabajadores de estas fábricas y a los vecinos que allí viven. Porque son quienes sufren día a día las consecuencias de la contaminación, mientras los CEO de estas empresas están en sus oficinas tomando agua envasada.

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