lunes, 15 de enero de 2018

CAMBIO CLIMÁTICO: Energía BIOMASA, ¿que es?


En la búsqueda de nuevas energías que nos permitan liberarnos de la dependencia de los combustibles fósiles, una de las fuentes energéticas que ha tomado un protagonismo renovado ha sido la biomasa y todas las formas en las que puede presentarse. Se trata de una energía que, si bien no es completamente limpia, sí que se presenta como una energía renovable y que permite un equilibrio de emisiones de gases bastante atractivo.  ¿Qué tipos de biomasa existen?
En realidad, existen tantos tipos de biomasa como se quieran fabricar. Cuando se habla de biomasa se suele hacer referencia a los combustibles orgánicos que se obtienen a partir de la madera. 

El ejemplo más común de todos son los “pellets”, que son virutas de madera que se obtienen a partir de los desechos de la industria maderera y que se prensan hasta formar pequeños cilindros de un tamaño más pequeño que el de una pila alcalina. Estos pellets se comercializan en sacos, que se usan como combustible de las calderas de biomasa, que son los equipos donde se quema para obtener energía que pueda ser utilizada de diferentes formas.
Sin embargo, además de los pellets, existen muchos otros tipos de biomasa. De hecho, si pensamos en la leña (la misma que se usa para encender las chimeneas) lo único que estamos haciendo es pensar en la biomasa más antigua de todas, aquella que lleva usando el ser humano para calentarse desde tiempos prehistóricos.

Por otro lado, además de los pellets y de la leña, se puede obtener biomasa a partir de cualquier materia orgánica que, una vez que se haya secado, arda con facilidad. De este modo, se puede obtener biomasa de:
  • *Los restos de la comida.
  • *De los desechos de la industria agrícola.
  • *A partir de los excrementos de los animales herbívoros.

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