Antes de la reforma aprobada por el gobierno de Clinton en 1996, los estados podían decidir a discreción cuánto dinero ofrecerían a los ciudadanos a través de este programa, pero los criterios para determinar quiénes podían beneficiarse y otras políticas relacionadas eran decididas por el gobierno federal.
"La mayor parte del dinero iba directamente al bolsillo de las familias", dijo a la BBC Liz Schott, investigadora del Centro sobre Presupuestos y Prioridades de Políticas.
"Ahora los estados pueden gastar los fondos de formas muy diversas", agregó.
Esto incluye programas de capacitación laboral, de cuidado de hijos menores, pero también pueden enviar recursos a programas de acogida familiar y servicios de protección de menores
Para 2017, en promedio 25% de los fondos iban destinados a asistencia económica, aunque esto -como muchos otros elementos del programa cuyas políticas son fijadas por cada estado- varía mucho.
Además, ahora hay criterios más estrictos acerca de cuál es el porcentaje de los beneficiarios de la ayuda que deben estar involucrados en algún tipo de actividad laboral.
Los estados que incumplen esos objetivos son penalizados, una situación que algunos gobiernos locales evitan limitando desde el principio el número de personas que pueden acogerse al programa de bienestar.
Según Schott, el resultado de estas prácticas es "una tremenda disparidad en la red de seguridad" en el país.
En Canadá, no hace falta tener hijos para recibir la ayuda, pero si se tienen esta aumenta. |
El monto promedio de la ayuda que recibe una familia beneficiada por el TANF -un padre o una madre soltera con dos niños- también es fijado por cada estado. En Mississippi, por ejemplo, recibirían unos US$153 mensuales; pero en Alaska, el monto alcanza hasta US$642 al mes.
El promedio de la ayuda nacional se ubica en US$418 mensuales, pero sólo puede ser recibido durante un periodo máximo de 60 meses. Además, en muchos casos, se exige a los potenciales beneficiarios buscar trabajo.
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