El origen de la poligamia es muy remoto en la historia. Desde el Antiguo Testamento ya encontramos pasajes y referencias polígamas: Abraham, Jacob, David y Salomón tuvieron varias esposas. La religión hindú y la Iglesia Mormona practicaron la poligamia durante mucho tiempo.
Aunque actualmente muchos preceptos jurídicos la prohíben explícitamente, en la India, los musulmanes sí pueden casarse con varias esposas. En el caso del Islam, en países árabes, la ley y la religión consienten la poligamia con las restricciones impuestas por la doctrina.
Razones de la poligamia en otros tiempos
Algunos autores señalan que la poligamia nació de una necesidad. En tiempos ancestrales, morían en guerras o en conquistas de espacios geográficos más hombres que mujeres y éstas quedaban desamparadas.
Cuando una mujer e hijos de un mormón fallecido en el largo trayecto de una caravana quedaban sin el padre y cónyuge, ella y sus pequeños pasaban a formar parte de la familia del varón más cercano a su esposo difunto. Muy probablemente una mujer y sus hijos menores no habrían sobrevivido en el ambiente hostil de la conquista del oeste norteamericano.
En el caso del Islam, el requisito para poder practicar la poligamia era el poder mantener a las esposas y las respectivas familias con la intención de brindar protección de las mujeres.
La poligamia en el mundo de hoy
La poligamia es común en la comunidad contemporánea. El Ethnographic Atlas Codebook, derivado del Atlas Etnográfico de George P. Murdock, presenta un registro de la composición marital de 1.231 sociedades, desde 1960-1980. De estas sociedades, 186 eran monógamas y 1041 eran polígamas. De acuerdo con Joseph Ginat, el autor de “Familias Polígamas en la Sociedad Contemporánea”, un tercio de la población mundial pertenece a alguna comunidad que lo permite.
Lo que no se entiende en Occidente es que las mujeres en otras culturas, especialmente la africana y la islámica, no ven necesariamente a la poligamia como un signo de degradación hacia la mujer. Consecuentemente, dicen los expertos, que equiparar a la poligamia con la degradación de la mujer es un prejuicio etnocéntrico de otras sociedades.
Sin embargo, en las sociedades occidentales es común (y hasta natural) que los hombres casados tengan relaciones extramatrimoniales con amantes, amigas o prostitutas. Sólo en Estados Unidos, se estima que entre 23 y 50% de los hombres y 13 - 50% de las mujeres han tenido una relación extramatrimonial a lo largo de su vida. Más de 15% de los esposos aceptan haber tenido varias relaciones, y cerca de 70% de los hombres casados menores de 40 esperan tenerlas.
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