Un estudio, que generó mucha expectativa, concluyó que ni la vitamina D ni los suplementos de aceite de pescado previenen el cáncer o problemas cardíacos graves en personas mayores sanas. Los resultados de la investigación se presentaron en la última conferencia de la American Heart Association.
Los investigadores definieron los males cardíacos graves como el índice combinado de ataques cardíacos, apoplejía y muertes relacionadas con el corazón.
Aunque se han publicado cientos de estudios sobre estos suplementos a lo largo de los años, el nuevo ensayo clínico, un proyecto financiado por el Gobierno federal que involucra a casi 26.000 personas, es el examen más exhaustivo y definitivo hasta la fecha, dijo el doctor Clifford Rosen, científico principal del Maine Medical Center Research Institute, quien no participó en la investigación.
Los médicos han mostrado mucho interés en conocer el verdadero valor de estos suplementos, por su enorme popularidad entre los pacientes.
Un estudio de 2017 encontró que el 26% de los estadounidenses de 60 años o más consume suplementos de vitamina D, mientras que el 22% toma pastillas que contienen ácidos grasos omega 3, un ingrediente clave del aceite de pescado.
El nuevo estudio también sugiere que no hay razón para que la gente se someta a análisis de sangre rutinarios para detectar los niveles de vitamina D, agregó Rosen, quien escribió uno de los artículos que acompañaron al estudio (ambos fueron publicados en el New England Journal of Medicine). Esto se debe a que, según la investigación, los niveles de vitamina D de los pacientes no marcaban ninguna diferencia en su riesgo de cáncer o problemas cardíacos graves, aseguró Rosen.
Incluso las personas que comenzaron el estudio con una clara deficiencia de vitamina D no obtuvieron ningún beneficio al tomar 2.000 unidades diarias de este nutriente, una o dos de las píldoras de vitamina D que normalmente se venden en las tiendas.
Una historia reciente de Kaiser Health News reportó que las pruebas de vitamina D se han convertido en un gran negocio para los laboratorios comerciales, y un enorme gasto para los contribuyentes.
Los médicos ordenaron más de 10 millones de pruebas de vitamina D para pacientes de Medicare en 2016, un aumento de 547% desde 2007, a un costo de 365 millones de dólares.
"Es hora de acabar con esto", dijo Rosen sobre las pruebas de vitamina D. "No tienen justificación".
La doctora JoAnn Manson, autora principal del estudio, está de acuerdo en que los resultados no apoyan la evaluación de personas sanas para detectar deficiencia de vitamina D.
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