Hoy en día, la energía eléctrica
se ha convertido en una necesidad básica e imprescindible. Encender una
lámpara, conectar el cargador del móvil e incluso abrir el grifo de agua
caliente, son actos que realizamos de manera tan frecuente, que apenas recapacitamos
en ellos ni en el consumo eléctrico que implican y mucho menos en su
repercusión medioambiental.
Qué daño hace la electricidad
al medio ambiente
Hasta ahora, hemos hablado del impacto ambiental a nivel local o
regional, no obstante, se les suman otros efectos de mayor relevancia por su
alcance a nivel global. ¿Sabes qué daño hace la electricidad al medio ambiente?
A continuación te lo explicamos:
·
Cambio climático: la emisión de gases de
efecto invernadero provoca que la atmósfera retenga más calor del necesario y
con ello un aumento de la temperatura a nivel global. Este aumento en la
temperatura del planeta da lugar a consecuencias el derretimiento de glaciares
y placas de hielo, aumentando el nivel del mar y provocando inundaciones.
Además de fenómenos climáticos más agresivos, acidificación de los océanos,
modificaciones en el hábitat y pérdida de biodiversidad, entre otros.
·
Degradación de la capa
de ozono: algunos gases y partículas emitidas como los CFC(clorofluorocarbonados)
causan la ruptura de las moléculas de ozono, provocando la disminución de esta
capa y con ello su capacidad para retener la radiación ultravioleta. El exceso
de radiación que llega a la tierra puede producir enfermedades como cáncer de
piel y cataratas e interferir en el proceso de fotosíntesis de las plantas.
·
Lluvia ácida: la emisión de óxidos
de azufre y nitrógeno reaccionan con el agua de la atmósfera, formando ácido
sulfúrico y ácido nítrico respectivamente, los cuales son arrastrados mediante
la lluvia y niebla provocando la acidez de las aguas, el deterioro del
ecosistema e incluso la muerte de los seres vivos.
·
La energía eléctrica es
la forma de energía producida por el movimiento y choque de partículas con
distinto potencial, denominadas electrones, cuya interacción permite la
generación de la corriente eléctrica que conocemos con el nombre de
electricidad.
Se obtiene a
partir de la transformación de otros
tipos de energía mediante el uso de alternadores o
generadores. Así pues, dependiendo del tipo de
energía primaria utilizada para producir energía
eléctrica, podemos clasificar las centrales generadoras de electricidad en:
·
Termoeléctricas: utiliza el calor que
se desprende de la quema de combustibles fósiles, por ejemplo, el petróleo,
carbón y gas natural.
·
Hidroeléctricas: para generar la
electricidad se emplea la energía potencial del agua almacenada en los embalses.
·
Eólicas: la energía eólica
aprovecha el viento para obtener energía mecánica mediante el movimiento de las
aspas de los molinos eólicos.
·
Fotovoltaicas: utiliza la radiación
solar captada a través de placas solares.
·
Mareomotriz: la electricidad se genera
aprovechando el movimiento de las mareas.
·
Ahora que ya conocemos
los sistemas naturales y las actividades que se encuentran implicadas en la
generación de electricidad, podremos comprender los efectos perjudiciales que
causa en el medio ambiente. Cada una de estas plantas generadoras de electricidad
tienen un efecto distinto sobre el medio ambiente. A continuación te explicamos
cuál es el impacto
ambiental de la energía eléctrica:
·
Consumo de recursos
naturales: la destrucción del ecosistema para la explotación de yacimientos
implica la erosión del suelo, la pérdida de vegetación y biodiversidad y la
contaminación de las aguas y los suelos.
·
Emisiones y vertidos: la quema de
combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero (CO₂, CH₄, N₂O), óxidos de azufre,
nitrógeno y partículas que, junto con vertidos de distinta composición, alteran
de forma negativa el entorno. A esto habría que sumarle el daño provocado por
el uso del agua dedicado a la refrigeración de las centrales, la cual devuelve
al medio con una temperatura superior a la que se encuentra de forma natural,
produciendo un aumento de la temperatura y efectos considerables sobre la flora
y fauna acuática.
·
Generación de residuos: como, por ejemplo, las
cenizas producidas en plantas de combustión. No obstante, son de especial importancia
los residuos radiactivos procedentes de centrales nucleares, por su
peligrosidad, capacidad de contaminación y de difícil tratamiento.
·
Ruido: las obras para la
instalación y el empleo de la maquinaria pesada para el mantenimiento de las
centrales son fuente de contaminación acústica.
·
Impacto visual: toda central, causa un
impacto mayor y menor sobre el paisaje, al que se le añade el propio de los
tendidos eléctricos que ocupan kilómetros de extensión, necesarios para
transportar la energía eléctrica.
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