Cuando Katie cumplió 18 años, tenía todo con lo que podía soñar una adolescente. Sin embargo, su misión era otra. Y es que, la joven decidió abandonar una vida de lujos en los Estados Unidos para vivir de una forma completamente distinta como voluntaria en Uganda.
En un principio, se suponía que estaría en Uganda solamente por un año, pero Katie decidió establecerse y hacer de ese lugar, su hogar.
Además, fundó la organización Amazima Ministries International que busca proveer asistencia y apoyo a las personas en necesidad que viven en Uganda. Pero su historia no termina ahí: Katie también adoptó a 13 niñas.
“Probablemente hay muchas historias sobre el momento en el que los padres adoptivos ven por primera vez a sus hijos. Yo tuve la fortuna de experimentarlo, y creo que este sentimiento es aún más profundo que el amor”, dijo Katie.
En el año 2015, Katie conoció a su esposo, Benji Majors, que también viajó a Uganda con la intención de ayudar a los más necesitados. Al año siguiente, tuvieron un hijo más, Noah.
Hoy, ambos viven juntos en una villa en Jinja, a orillas del Lago Victoria junto a sus 14 hijos. Katie lanzó su libro contando su experiencia y fue todo un éxito.
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