Tiene menos lípidos, grasas y sodio que la carne
vacuna y el pollo. Y además aporta más vitaminas, sobre todo las de los grupos
B y C. Tras analizar varios estudios internacionales, especialistas del área de
producción porcina de la Facultad de Ciencias Veterinarias y de la Escuela de
Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA llegaron a la conclusión de que
la carne de cerdo tiene mejor valor nutricional que la del pollo y la vaca.
Esta semana presentaron un proyecto de promoción del consumo de la carne
porcina en nuestro país, bajo el lema "Una alternativa saludable para
nuestra alimentación". Eso sí, a la hora de elegir, los nutricionistas
recomiendan los cortes más magros.
Para dar a conocer las bondades de este tipo de
carne -que durante años fue considerada la causante de males alimenticios,
sobre todo del aumento del colesterol-, la UBA lanzó un cronograma de jornadas
de difusión y anunciaron que este año comenzarán un proyecto de investigación
propio sobre el consumo de cerdo en humanos.
El lunes se llevó a cabo la
primera jornada de difusión en Medicina. La próxima será a fines de mayo en
Veterinaria y luego seguirán en las asociaciones de productores y en otras
facultades de la UBA
"Hace tiempo que venimos estudiando la
producción porcina en el país. Ahora hicimos una revisión bibliográfica y
analizamos los estudios internacionales existentes, sobre todo de España y
Estados Unidos, y concluimos que 100 gramos de porción comestible de carne de
cerdo aporta menos calorías y grasas totales que 100 gramos carne de
pollo o de vaca.
Además, la concentración de vitaminas hidrosolubles es
superior en la carne de cerdo", explica a Clarín Marcelo Acerbo, docente
de la Cátedra de Poducción Porcina de la Facultad de Veterinaria de la UBA.
"La carne de cerdo también tiene menos sodio
que la vacuna y el pollo, un dato relevante para los pacientes con enfermedades
cardiovasculares o hipertensión. Y además concentra más vitaminas
hidrosolubles, como las del grupo C y la tiamina del grupo B (que ayuda a las
células del organismo a convertir carbohidratos en energía), hasta 10 veces más
del valor que encontramos en la carne", apunta Acerbo.
El proyecto contempla dos cuestiones centrales: una
investigación sobre el contenido nutricional de la carne porcina en comparación
con la carne bovina y aviar, y una estrategia para elevar el consumo per cápita
de la carne de cerdo. Los especialistas de la UBA señalan que "durante
años, la carne de cerdo tuvo mala reputación, ya que se la ha considerado con
un alto contenido en grasa, asociado al aumento de colesterol y a una posible
enfermedad parasitaria". Sin embargo, en la actualidad los profesionales
veterinarios y nutricionistas médicos han desmitificado todas estas cuestiones
porque tienen más precisiones de los beneficios de comer carne de cerdo.
El licenciado en nutrición Sergio Britos, director
del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA)
señala que en los últimos años el consumo de cerdo subió en la
Argentina. "Actualmente el consumo de cerdo, como carne o fiambre, esta
creciendo, lentamente pero con una clara tendencia de crecimiento, que comenzó
a observarse a fines de los años 90, cuando el consumo per cápita anual era de
entre 6 y 7 kilos. Ahora estamos en una
cifra cercana a los 10 kilos anuales por habitante. En tanto, el de carne
vacuna es de 55 kilos y el de pollo 40, siempre por año y por habitante".
Acerbo apunta que para el año 2020, se espera un consumo de 16 kilos anuales
por habitante.
"Son varias las causas por las cuales los argentinos comimos y comemos poco cerdo. Una es que históricamente el gusto de los argentinos se inclinó siempre más por la carne vacuna y además durante muchos años recibió muchas críticas por su contenido de grasas. Lo cierto es que en los últimos años, ha mejorado notablemente la tecnología de producción de la carne porcina y ya se ve en un mayor consumo"-agrega el Licenciado Britos.
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