domingo, 7 de abril de 2019

El saber nos hará libres: lanzan un alerta sobre el sexo virtual.

Existen varias razones para explicar la popularidad de cibersexo, entre ellas se cuentan: la posibilidad de satisfacer los deseos sexuales, sin riesgo de embarazo o de contraer enfermedades de transmisión sexual, el anonimato, lo ilimitado de las ciberparejas y sesiones, la privacidad, la accesibilidad, la rapidez, la fácil interacción, la ausencia de compromiso, y hasta lo económico que resulta. 

Pero además, el sexo virtual permite materializar fantasías que, por limitaciones emocionales, sociales o miedo al rechazo, el ser humano prefiere esconder. 
Además, es una alternativa para para la satisfacción sexual de aquellas personas con padecimientos crónicos como el sida o enfermedades que limiten su motricidad, así como una opción viable para las parejas consolidadas en caso de una necesaria separación física. 

Todo esto implica que el sexo virtual tiene una connotación positiva, sin embargo, a nivel psicológico se ha demostrado que la inclinación natural del ser humano al sexo puede llegar a convertirlo en una peligrosa adicción que causa aislamiento social y pérdida de la productividad laboral. 

Existen ciertas conductas que aumentan la probabilidad de desarrollar una adicción al cibersexo, estas incluyen a: las personas reprimidas e introvertidas, las que les cuesta tanto involucrarse emocionalmente como mantener contacto físico con otra persona; los inseguros, depresivos y con baja autoestima, que suelen escudarse en el anonimato que ofrece el ciberespacio; quienes enfrentan una crisis de pareja o no encuentran plena satisfacción en sus relaciones estables, y los obsesionados con el sexo.

Dentro de esta adicción existen dos grandes categorías: el grupo enganchado en las conversaciones online de tipo sexual; y los afectos a la pornografía online. Esta dependencia al cibersexo, con un alto rechazo social, afecta principalmente a individuos de clase social media-alta.

Detectar una adicción al cibersexo no es sencillo, sin embargo, ciertas conductas podrían indicar que se está desarrollando la dependencia, entre estas destacan: los cambios inesperados de humor sin motivo aparente, el aislamiento social y familiar; los cambios en los patrones habituales de sueño, por estar conectado a la computadora, un exceso que también puede producir dificultad de atención y concentración. 

Pero el elemento determinante en este sentido es convertir las relaciones virtuales en el epicentro de la vida diaria, abandonando las actividades cotidianas y reales, entre ellas, el sexo, convencido de que solo a través del cibersexo se recibe la gratificación esperada.

                         Datos de interés:
La palabra 201csexo 201d es la más solicitada en los buscadores de internet, con alrededor de 5 millones de clics al día, según el portal Hitwise. 

- Se estima que un 43% del contenido en Internet es sexo y pornografía. 

- Alrededor de 30.000 personas, a nivel mundial, están viendo pornografía cada segundo. 

- Un 40% de las personas adictas al sexo virtual pierde a su pareja, y para el 27% esta conducta genera problemas laborales. 

- Un 72% de los adictos al cibersexo tienen ideas obsesivas suicidas
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