La importancia del cuidado de los piesradica en el esfuerzo que tienen que hacer a diario sosteniendo la totalidad del peso corporal y permitiendo la movilidad del cuerpo. Pese a todo ese sacrificio, suelen ser los grandes olvidados y no les prestamos los cuidados que realmente necesitan y se merecen.
El uso de un calzado inadecuado, el mal secado de los pies al salir de la ducha y la escasa hidratación que se les proporciona hace que nuestros pies presenten problemas que, con las atenciones necesarias, no tendrían.
El imprescindible cuidado de los pies: Las alteraciones más comunes que sufren los pies son los callos, durezas y hongos por consecuencia de malas acciones diarias que podríamos evitar.
Tras cada lavado debemos hidratar los pies, sobre todo incidiendo en la planta y los talones, pues es en estas zonas donde aparecen más las grietas y los surcos debido a una falta de hidratación. Si encontramos la dermis seca, es aconsejable también aplicar un bálsamo corporal o unas gotas de aceite antes de ir a dormir para que el líquido penetre durante la noche y la piel se regenere.
Otro de los problemas que surgen a raíz de la falta de hidratación de los pies son los callos, que empiezan siendo casi imperceptibles pero que, si no se cuidan, pueden llegar a suponer un problema grave hasta el punto de no poder andar bien o no poder usar todo tipo de calzado.
Para el tratamiento de estos callos y rozaduras podemos recurrir a la piedra pómez, cuyo objetivo es eliminar ese tipo de problemas y con ello acabar con la piel muerta que se encuentra en la zona de los pies.
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