Las mascotas además de hacer compañía proporcionan otros beneficios a sus dueños como ayudar a superar la depresión. Sin embargo, un reciente estudio afirma que al mismo tiempo los gatos en concreto podrían acercarnos un parásito llamado Toxoplasma gondii que conduce diferentes enfermedades y que se ha asociado a trastornos mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. T. gondii es el parásito más común en los países desarrollados.
La mayoría de las personas no sufren ningún síntoma a pesar de convivir con este parásito pero en aquellas personas con sistemas inmunes débiles, la infección por T. gondii puede causar una enfermedad llamada toxoplasmosis, que puede dar lugar a abortos involuntarios, trastornos del desarrollo fetal, síntomas similares a la gripe, ceguera e incluso la muerte.
Los doctores estadounidenses Edwin Fuller y Robert Yolken han estado estudiando la relación entre la infección con T. gondii y la esquizofrenia durante casi tres décadas. En su informe más reciente, publicado en Schizophrenia Research, junto con el investigador Wendy Simmons, comparó dos estudios previos que encontraron un vínculo entre poseer un gato durante la infancia y el desarrollo de la esquizofrenia posteriormente. Los resultados del análisis indicaron que la exposición a gatos durante la infancia puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales.
En un segundo estudio, un equipo de investigadores liderado por AL Sutterland del Departamento de Psiquiatría del Centro Médico Académico de Amsterdam también analizó los resultados de 50 estudios publicados para confirmar que la infección por T. gondii se asociaba realmente a trastornos mentales. La investigación fue publicada en la revista Acta Psychiatrica Scandinavica y los resultados mostraron que un individuo infectado con T. gondii tiene casi el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia. También encontraron una asociación con la adicción y el trastorno obsesivo-compulsivo, pero asegura que los resultados deben ser abordados con cautela. «En la esquizofrenia, la evidencia de una asociación con T. gondii es abrumadora», dicen los autores en un comunicado de prensa.
Los gatos que viven en la calle tienen una mayor probabilidad de infección con este parásito y posteriormente propagan sus huevos infectados a través de las heces. Eso no quiere decir que no se puedan tener gatos en casa si no que únicamente se han de tomar una serie de precauciones. Se debe mantener siempre a los gatos dentro de la casa y cubrir la caja de arena cuando no está usándola el animal ya que el parásito T. gondii no se convierte en infeccioso hasta pasados de uno a cinco días después de que se eliminen las heces. Debido a que la toxoplasmosis es especialmente peligroso para los bebés al nacer,también se recomienda que las mujeres embarazadas eviten limpiar las cajas de arena, si es posible, o usen guantes desechables así como lavarse bien las manos con agua y jabón después.
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