domingo, 10 de noviembre de 2019

PUCHERO CRIOLLO: HOY CELEBRAMOS EN TODO AL PAÍS "EL DÍA de la TRADICIÓN"

El puchero: ícono de la gastronomía abundante, fantasía concreta de equilibrio justo y delicado, potaje sacrosanto y columpio perfecto para la siesta dominical. Ni qué hablar de un puchero en días nublados y de invierno. Claro que la sola idea de una cocina con ollas, cacharros, carnes y despliegues varios hace que la fantasía y el columpio pasen primero pero el colador de la fiaca y el trabajo. Pero esas son ideas preconcebidas. Y como tales hay que cuestionarlas. Como también hay que cuestionar que no es lo mismo puchero que caldo de carne y verduras.

Es verdad, existen infinidad de recetas de pucheros y diferentes preparaciones. En Argentina están los que no conciben un puchero sin chorizo colorado y los puristas que insisten en usar al menos 3 ollas para cocer todo por separado, manteniendo los sabores y los tiempos exactos. Salomónicos, hoy proponemos un versión simple y sabrosa, que solo emplea una olla de buen tamaño y un reloj para medir que todo salga en su punto. La recompensa será justa y la siesta merecida.
Para 6 personas esto vamos a  necesitar:

Osobuco 4 ruedas
Falda  1/2 kilo
Cebolla 2
Puerro 3
Apio 3
Zanahoria 4
Batata 5
Zapallo 1/2 kilo
Papa 6
Choclo 3
Sal gruesa
Pimienta negra molida
¿Cómo prepararlo?

En una olla grande agregar dos tercios de agua fría. Sumarle el osobuco, la falda, la cebolla, el puerro y el apio, todo cortado en trozos groseros. Agregar sal, pimienta y poner a hervir una hora. Desgrasar retirando la espuma que se forma en la superficie.

Ahora es momento de cortar el resto de las verduras de la misma manera que las anteriores, en grandes porciones -en mitades por ejemplo-. Para que todo quede cocido respetablemente se puede seguir el siguiente orden: primero las zanahorias,  a los 7 minutos agregar las papas y las batatas y pasados 5 minutos es momento de incorporar el zapallo.

Después de cocinar todo durante 5 minutos más, colocar el choclo cortado en ruedas y seguir 7 minutos más. Apagar el fuego.
Servir las verduras y la carne, acompañándola con una buena mostaza. Este plato es rico en variedad de sabores y es ideal para acompañarlo con vinos blancos o tintos ligeritos como estos. De esta forma, la siesta viene con garantía de éxito.

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