Investigadores de la Universidad de Cambridge aseguran que NO SOMOS ADULTOS HASTA LOS 30 AÑOS-

¿A cuántos nos han hecho sentir mal por seguir siendo inmaduros? ¿Qué hay de malo en que nos siga gustando salir los viernes, jugar a videojuegos, disfrazaros de nuestro superhéroe favorito o llevar los vaqueros rotos?

El llamado "Síndrome de Peter Pan" es un hecho que gracias a recientes estudios neurocientíficos toma un matiz positivo y fundamentado que, quizás ahora, por fin, haga que esté socialmente aceptado y comprendido.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, dirigidos por el profesor Peter Jones, defiende que tener una definición de cuándo pasar de la infancia a la edad adulta parece cada vez más absurdo.

Legal y socialmente siempre se ha estipulado que el paso de la niñez a la edad adulta quedaba marcada a los 18 años, momento en el que, por ejemplo, podemos sacarnos el carnet de conducir, podemos comprar alcohol, podemos enfrentarnos a la justicia o podemos contraer matrimonio.

Sin embargo, científicos que estudian el cerebro y el sistema nervioso aseguran que la edad en la que te conviertes en adulto es diferente para todos, además, sostienen que a los 18 años, el cerebro continúa sufriendo cambios que pueden afectar el comportamiento y aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos de salud mental.

Peter Jones declara, "Supongo que los sistemas como el sistema educativo, el sistema de salud o el sistema legal marcan la edad adulta a los 18 en su propio beneficio organizativo pero, la madurez es una transición mucho más matizada que tiene lugar en las tres primeras décadas de vida".

Jones también afirma que, "No hay una niñez y luego una edad adulta, la gente está en un camino, está en una trayectoria"; ésta y otras conclusiones están investigándolas Jones y otros muchos expertos participantes en una reunión de neurociencia organizada por la Academia de Ciencias Médicas en Oxford.

Hagamos caso a la ciencia y a los expertos, sigamos creciendo y madurando a nuestra manera, improvisando la manera de no caer en esa trampa que es la edad adulta tal y como nos la han vendido.