El enemigo más potente de la sexualidad son los
prejuicios y las normas que nos impone la sociedad, que etiqueta las
preferencias sexuales y establece dos tipos de género teniendo como referencia
a la 'naturaleza' de nuestros cuerpos. En un excelente estudio, el doctor
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, explica por qué a los hombres
les gusta tener encuentros sexuales con travestis o transexuales.
“Una
travesti, al igual que un transexual, no es un varón homosexual que se viste de
mujer. Es una mujer trans (se siente mujer pero no niega su origen del sexo
opuesto). En el primer caso (la travesti), mantiene sus genitales y no se
acompleja por tenerlos; y en el segundo caso (la transexual) necesita operarse
para readecuar su cuerpo físico a la experiencia subjetiva de sentirse mujer”
No es un secreto que hay hombres que buscan
travestis para tener sexo, de hecho varias investigaciones han demostrado que
el número va en aumento, y que ya son más demandados que las prostitutas.
A pesar de toda la apertura que ha tenido la sexualidad en los últimos años, la
aceptación de lo diferente y esa tendencia a encasillar todavía existe.
No es ninguna novedad: hay hombres que buscan
travestis para tener sexo y otros que se enamoran y construyen una vida en
pareja. A pesar de los avances en materia de sexualidad y aceptación de lo
diferente, la tendencia a encasillar existe.
“Se cree
que un hombre que busca travestis o transexuales es un homosexual encubierto.
No es así. Es un varón (identidad de género: se siente masculino), es
heterosexual (desea estar con una mujer... pero trans). A estos hombres
heterosexuales les atrae el cuerpo femenino, se sienten fascinados por sus
curvas, la sensualidad y hasta la libertad para el juego erótico”
De hecho hay algunos hombres que
rechazan todo lo relacionado con la complexión masculina, como el timbre de voz
levemente grave. Puede parecer una paradoja, pero por un lado rechazan signos
de virilidad en la figura y en el comportamiento, pero la presencia de los
genitales masculinos los atrae.
“Están
los que desean a las travestis y eligen el cuerpo 'completo' que se le ofrece;
otros gustan de transexuales operadas o en vías de readecuar sus cuerpos”
Otro de los puntos a favor de los
travestis o transexuales si hablamos de preferencias, es que en estas
relaciones el hombre puede ocupar un rol pasivo o intercambiar roles las veces
que se deseen, práctica que una prostituta u otra mujer no podría hacer por
obvios motivos.
“Si hay
oferta de prostitución de mujeres transgénero es porque hay demanda. Los
varones que buscan tener relaciones con travestis no lo hacen sólo por mero
juego o por salir con amigos a una aventura exótica. Les gusta y lo disfrutan,
sólo que unos pocos se animan a decirlo”
Cuando un hombre se enamora de una mujer trans
surge el dilema y el desafío. La sociedad tiende a juzgar este tipo de
relaciones que generan incomprensión, burla y rechazo. Por lo cual pocos se
animan a declarar sus verdaderos sentimientos.
“Existen
hombres heterosexuales, en pareja o casados, que esconden sus gustos por
mujeres transgéneros. Muy pocos se animan a confiarles a sus parejas actuales
por dónde discurre su deseo”
Sin embargo hay mujeres abiertas
que aceptan el interés del su hombre por los travestis y transexuales y
participan en las fantasías de estos, pero son contadas.
“Los
hombres que desean a una chica trans, y están en pareja, se ven en una
disyuntiva angustiante, mucho más que si la otra opción fuera una mujer. Los
que no pueden confesar su atracción prefieren ocultarlo. No obstante, la
conducta que adoptan puede llamar la atención: llamados encubiertos frecuentes,
salidas nocturnas, uso desmedido del chat o ingreso a páginas de prostitutas
trans. En la cama pueden mostrar una disminución del deseo o una exaltación del
mismo cuando se exteriorizan fantasías que incluyan travestis”
Un hombre heterosexual que desea a una mujer trans
vive preso de la normatividad social (bajo el amparo de las creencias
religiosas), que no le permiten una expresión auténtica de lo que siente.
Tiene que
cumplir con las reglas que se le imponen a una persona que biológicamente es un
hombre, pero que psicológicamente desea a una mujer transgénero antes que a una
mujer biológicamente y psicológicamente configurada.
Los hombre y
mujeres homosexuales han alcanzado aceptación en los ultimos años, las marchas
y campañas a favor de sus derechos han surgido efecto, y aunque el proceso ha
sido lento y falta mucho por hacer, el avance es evidente. Esperemos que eso
pase con los hombres que desean mantener relaciones con travestis.
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