La recolección de los envases
vacíos de agroquímicos,
y la cantidad de plástico que esto representa, es un tema fundamental y que
debe encontrar aspectos de mejora rápido. En el mientras tanto, el municipio de
Tandil (Buenos Aires) le encontró una salida sencilla al tema, pero de gran impacto ambiental, y mientras esperan avances en la
construcción de los centros de almacenamiento transitorio de envases (CAT).
Todo comenzó
el año pasado cuando se organizó la primera recolección y que estuvo a cargo de
la Policia Ecológica de Tandil. Entonces, fue un solo encuentro y se lograron
reunir 12.000 envases, a partir de
que la noticia se difundió entre conocidos, afinidades y grupos de pertenencia.
Como
consideramos que fue un éxito definimos repetir esta movida año una vez más.
Los productores se organizaron y se llevó a cabo el 12 de febrero, básicamente
para movilizar y conscientizar. Pero la demanda otra vez nos superó. Juntamos 10.000 envases en esta
oportunidad”, le cuenta a Infocampo Silvia Fanny
Martens, Coordinadora Interina Plataforma de tecnología y conocimiento
para la gestión integral de Fitosanitarios de INTA, en Tandil.
Según detalló
la extensionista, a diferencia de lo que pasó el año pasado, que la recolección
se hizo en un espacio público, este año los productores tuvieron dos puntos para dejar los envases y así se cargaban
en el camión
Los envases estaban en
excelente condiciones. Como quedaba mucha gente interesada, creamos una
dirección de correo electrónico para que se comunique y nos diga qué cantidad
de envases tiene y dónde. De esta forma, seguimos con la movida y armamos un circuito de recolección. Hoy -por este miércoles- se
realizó el primero de estos circuitos”, cuenta la técnica, que menciona que a
partir de este primer recorrido calcula que se juntaron entre 6.000 a 7.000 kilos más de plástico.
Una
organización e interés general realmente destacado que en números, de acuerdo a
los datos que aporta Martens, no es tan impactante, pero es un gran primer
paso.
Desde
el área productiva, se producen 150.000 kilos de plástico por año, recién ahora
estamos reuniendo casi 20.000 kilos. Todavía falta, esta es una respuesta
transitoria, sobre todo, porque todavía no existe la trazabilidad de los
bidones y los productores los juntan a granel. Con la trazabilidad, todo será
mucho más organizado”, alienta y también reconoce que hay muchos bidones que
los tienen los productores, que no se vendieron ni quemaron. Los envases
colectados se dirigen a Resiplast Agro, una empresa privada de la localidad de Benito Juárez, a 35 kilómetros de
Tandil. “Esta alternativa que encontramos es un avance para darle solución
a un tema sensible y de debate en el contexto actual”, concluye
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