La contribución de
la energía renovable no convencional a la matriz de generación de Argentina
creció notablemente en 2019/20 a
pesar de los graves dificultades políticas y financieras.
En promedio, las fuentes renovables generaron
el 5,8% de la energía nacional durante el año, lo que duplica con creces el
2,5% observado en 2018, según el administrador del mercado mayorista Cammesa. Sin
embargo, el incremento fue mayor de lo que sugieren las cifras: en los últimos
tres meses del año, después de la puesta en servicio de varios proyectos
derivados de la licitación de energías renovables RenovAr, la contribución de
las energías renovables aumentó a un promedio de 7,9% de la generación total.
Si bien este nivel de participación se ubica
por debajo del objetivo del gobierno de 12% de la generación a partir de
energías renovables para fines de 2019, el salto fue mayor de lo que Argentina
había experimentado. Entre 2011 y 2018, las energías renovables crecieron a una
tasa promedio de 0,1% anual, mientras que entre 2017 y 2018 el incremento de la
participación de las renovables pasó de 2,0% a 2,5%.
El repunte sin
precedentes de 2019/20 tuvo lugar en medio de una recesión económica que ha
afectado particularmente las actividades que dependen de las importaciones,
incluida la construcción de centrales de energía. La recesión también se
tradujo en un desplome de la demanda de energía durante
todo el año. Cuando la crisis empeoró en agosto, el gobierno impuso controles
de capital, que dificultaron enormemente que los gestores de proyectos accedieran a financiamiento o
que incluso recibieran los fondos que ya habían obtenido con acreedores
internacionales.
Es por ello que el incipiente sector de
energías renovables de Argentina tuvo que enfrentarse a varios vientos en
contra en 2019, pese a que logró un crecimiento sin precedentes que obedeció
a varios factores, pero entre los principales figuran la calidad de los
recursos solares y eólicos locales, la denominación en dólares de los contratos
de suministro (que los protegen de la volatilidad del peso) y la significativa
capacidad de producción industrial del país que le permite abastecer
internamente una parte significativa de las piezas y el trabajo necesarios para
construir una central.
Argentina, a partir de una ley de desarrollo de
las renovables de 2015, se puso el objetivo de que su generación a partir de
energías renovables no convencionales llegue a 20% para 2025 y a 35% para 2030.
FUENTES EÓLICAS
LIDERAN LA MARCHA
El viento fue la tecnología que registró la
mayor proporción de generación renovable con el 63,8% del total de producción
renovable no convencional. Le siguió de lejos la energía derivada de
minihidroeléctricas (por debajo de 50MW) con un 19,1%, la energía solar (9,8%),
la biomasa (4,0%) y el biogás (3,4%).
En los años venideros entrarían en operación
otros 4.966MW contratados bajo la licitación de RenovAr. Si bien los proyectos
de RenovAr atendieron el 3% de la demanda total de Argentina en 2019, esa cifra
aumentaría a 8% durante 2020, según Cammesa. Aproximadamente 1GW de nueva
capacidad instalada entraría en servicio durante este año, siempre y cuando los
proyectos cumplan sus plazos.
UNA ALTERNATIVA A
LOS PPA EN DÓLARES
Como BNamericas informó
anteriormente, el mercado a término de energías renovables Mater es
una de las alternativas para los gestores en caso de que la administración
actual decida poner fin a los PPA denominados en dólares en el futuro, medida
que propuso Alberto Fernández durante su campaña presidencial. La otra
alternativa son los proyectos de generación distribuida, que son pequeños
proyectos que se conectan directamente a redes de baja o media tensión y que
cumplen otras regulaciones.
En Mater, los
compradores privados pueden contratar un suministro futuro para asegurarse de
cumplir con el porcentaje de energía renovable requerido por ley. Esto les
permite firmar contratos en dólares o su moneda de elección directamente con
grandes consumidores.
Sin embargo, la última ronda de licitaciones
para Mater se suspendió esta semana debido a la falta de interés de la
industria. Las cuatro rondas previas fueron declaradas desiertas después de que
los oferentes no proporcionaran la garantía jurídica requerida para que el
proceso continuara.
De acuerdo con la prensa local, las compañías
están postergando la toma de decisiones sobre sus proyectos, en parte debido a
la congelación por 180 días de las tarifas comerciales de servicios públicos en
el mercado regulado, como la energía eléctrica y el gas natural. La
administración actual promulgó la medida como parte de la ley de emergencia que
aprobó en diciembre.
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