En
marzo la producción nacional fue de 793,7 millones de litros, lo que en
promedio diario, la ubica un 3,7% por debajo del mes previo y 6,5% por encima
de marzo de 2019.
Las
lluvias de marzo repusieron humedad a los perfiles de suelo que la necesitaban,
cosa que se observa en abril en gran parte la provincia.
Mientras
la capa arable, en ese mismo tiempo, pasó de estar moderadamente húmeda a estar
ajustada a mediados de abril, pero con pronóstico de nuevas lluvias desde el
día 24 en adelante, que habilitarían buenas perspectivas para el otoño. En el
trimestre ABR-MAY-JUN, el SMN prevé para nuestra región, precipitaciones
inferiores a las normales, con temperaturas normales para la época. Se espera a
su vez que las heladas se sucedan con la dinámica habitual de cada zona.
En
marzo la producción nacional fue de 793,7 millones de litros, lo que en
promedio diario, la ubica un 3,7% por debajo del mes previo y 6,5% por encima
de marzo de 2019. En el 1er trimestre, la curva del 2020 acumula 8,8% por sobre
el 2019 (que tuvo un mal arranque).
Es
difícil aún proyectar cómo cerrará el año, porque si bien las condiciones de
producción son buenas, la fuerte influencia de la "macro" local y la
pandemia del Covid-19, generan mucha incertidumbre. Aún así, el OCLA e
industrias que reúnen el 60% de la leche producida, estiman un crecimiento de
4,0%.
La
pandemia es como el río: "algo se lleva y algo te dá". En la
lechería, mucho nos lleva, pero también mucho nos dá, como aprendizaje.
Así,
aunque llegamos bastante bien parados hasta aquí, la posibilidad de que en unos
meses la tormenta se convierta en tempestad, activó el instinto de
supervivencia de productores e industriales, que han comenzado a conectarse con
más frecuencia, tanto en el habitual ámbito de la FunPEL, como en otras
instancias surgidas en la coyuntura. Lo que expresaría que de a poco más
empresarios coinciden en la visión de un negocio "con el otro", sin
salida "cada uno por su lado", para impulsar.
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