Especialistas de la
Bolsa de Comercio de Rosario realizaron un extenso informe donde relevan las
consecuencias de la bajante del Río Paraná,
a casi 50 años que no llegaba hasta 0,40 metros de profundidad en puerto Rosario, y
que según informaron “implica enormes problemas logísticos, de transporte y de
industrialización con un costo asociado de US$ 243 millones en el primer
cuatrimestre 2020” .
El trabajo
que realizaron Patricia Bergero, Julio
Calzada, Federico Di Yenno, Alfredo Sesé, Emilce Terré, Javier Treboux y Pablo
Ybañez; señala que “para comprender el peso que tiene una bajante
extraordinaria del Río Paraná en el sector agroindustrial y, por ende, en la
economía argentina, baste recordar que este complejo agro-industrial exportador
del Gran Rosario concentra el 80% de la capacidad teórica diaria de
procesamiento de soja y girasol que tiene Argentina”.
Además, aclararon que “desde estas terminales portuarias se despacharon en el año 2019 el 67%
de los granos, el 96% de las harinas y el 93% de los aceites vegetales que
exportó el país en el período”.
En la última
semana, “la altura del rió medida por el hidrómetro ubicado
en Rosario tuvo un fuerte descenso de 0,34 m , para ubicarse al miércoles 22 a las 00.00hs en los 0,4 m , el guarismo más bajo
desde 1971, y sin antecedentes para el mes de abril desde que comienzan los
registros en 1884. Este nivel resulta, además, muy
inferior al mínimo de 2,47
metros que tiene que registrarse a la altura de Rosario
para que Hidrovía S.A. tenga la obligación de garantizar los 34 pies de calado”,
indicaron.
Una de las principales
problemáticas que esta situación trae aparejada en relación a la logística de
exportación, industrialización, operatividad y los costos asociados que
reportan las mismas empresas del sector es “los costos relacionados a
la necesidad de ajustar el volumen de carga en el Gran Rosario y efectuar
completamiento en otros puertos de la zona y costos de buques de menor porte
que incurren en un falso flete al no poder completar su capacidad máxima de
carga“, explicaron.
El volumen
que deja de cargarse en un buque dependerá de su porte. En base a un estudio
realizado por la Dirección de Información y Estudios Económicos de la Bolsa de
Comercio de Rosario, la participación
de cada tipo de buques que ingresa al Gran Rosario es la siguiente:
a) Handy size y Handy max (con una capacidad de
carga de 35.000 a
40.000 t, que no realizan completamiento en otros puertos): 36,28% del total de
buques que ingresan al Gran Rosario
b) Buques tanqueros (para carga de aceites o
biodiesel) 15,04% del total (incluye los Tankers Big 7,08% y Tankers small
7,96%)
c) Supramaxes (cargan entre 50.000 y 60.000 t):
24,78% del total (salen del Gran Rosario y completan carga en los puertos
marítimos del sur de la provincia de Buenos Aires)
d) Panamaxes y postpanamaxes (capacidad de carga
entre 60.000/65.000, completan su carga normalmente en los puertos del sur de
Buenos Aires): 23,89% del total de buques ingresados al Gran Rosario.
La conclusión final del
completo informe sostiene que “los efectos de la bajante del Río Paraná
resultan multidimensionales. En el plano económico,
por su impacto sobre el principal complejo exportador de la economía argentina,
así como también en otras actividades fundamentales para la subsistencia de la
región como la pesca, la potabilización de agua, pero también en lo ambiental
al afectar el ecosistema del río“.
Y finaliza: “Centrándonos en lo que hace efectivamente al complejo agroindustrial
exportador del Gran Rosario, los problemas logísticos, de transporte y de
industrialización detallados en el cuadro adjunto implican una pérdida para la
economía argentina de US$ 244 millones en el primer cuatrimestre de 2020, al
resentir la navegación y carga máxima de los buques y barcazas en las
terminales portuarias del Gran Rosario, epicentro de la agroindustria argentina“.
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