lunes, 1 de junio de 2020

AGUA DE MAR PARA BEBER: La potabilización de agua de mar se hace cada vez más viable y necesaria en algunos países de América Latina.


El presidente de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR), declaró que los costos ya no son una barrera para que las zonas costeras de alto estrés hídrico en la región adopten las tecnologías que les permitan potabilizar el agua a partir del océano como fuente. “Las brechas entre el suministro de agua potable de fuentes convencionales y la proveniente de la desalinización de agua de mar se han estrechado considerablemente”

Explicó que cada vez se hace más costoso potabilizar el agua proveniente de los cuerpos superficiales de agua dulce por factores como la polución general, escasez y los llamados contaminantes emergentes;  mientras que la evolución tecnológica ha reducido los costos de la desalación convirtiendo esta opción en una alternativa más accesible.
Agregó que Latinoamérica enfrenta una reducción en la disponibilidad del agua debido a varias causas como el cambio climático, estrés hídrico, contaminación, crecimiento de la población e incremento de la actividad económica y que estas condiciones han dado mayor relevancia a la discusión sobre alternativas para garantizar el acceso al agua para todas las actividades. Pinto detalló que los costos de la desalación han bajado notoriamente en los últimos 40 años y que con el desarrollo de la tecnología de Ósmosis Inversa se ha pasado de una media de 10 dólares por metro cúbico de agua a alrededor de 0.5 USD/m3.

La necesidad de diversificar las fuentes de agua y aumentar la disponibilidad ha estimulado la evolución de la Ósmosis Inversa para el tratamiento. Actualmente se produce agua desalinizada en diversos países con más de 20 mil instalaciones de diferentes tamaños. Los países de la región Latinoamericana con más uso de desalinización de agua de mar son Chile y México. También que aquellos donde se ve mayor crecimiento para la desalinización son Brasil, México y Perú. “La mayoría de la desalinización de agua de mar es usada para las aplicaciones potable e industrial”, representando una oportunidad gigantesca para la industria agrícola.
Recalcó que el costo de desalinización de agua de mar es más alto que el de tratar aguas superficial o subterráneas, pero que al final “el agua más costosa es el agua que no se tiene” y acceder a fuentes superficiales para muchos países no es una opción.

Pinto argumentó que los costos de construcción, equipamiento y operación se han reducido y que los financieros están sujetos a las condiciones específicas del contexto de la inversión.  
“Los costes de producción del agua desalinizada son muy complejos. Por ejemplo, un m3 de agua desalinizada puede costar 0.5 USD/m3 en una planta grande en el Medio Oriente o pueden costar 0.89 USD/m3 para uno similar en México. El principal gasto es el energético” puntualizó; no obstante existen vías para reducirlo, especialmente si la empresa u organización promueven economía circular.
Según información recabada de las prestadoras de servicios de varios países de Latinoamérica, Pinto estimó que el precio promedio del metro cúbico para uso residencial es de 0.61 dólares. También calculó que la media de consumo en la región es de 6.1 m3 por persona al mes. Por tanto, el costo mensual del suministro de agua potable proveniente de la desalinización de agua de mar sería de 7.4 dólares por persona.
“El costo sería el equivalente al de comprar 8 botellas de 1.5 litros de agua de una marca de consumo regular en Chile” Entonces concluimos que el suministro de agua residencial a partir de la desalinización de agua de mar es económicamente viable en América Latina a partir de los avances tecnológicos que permitieron su optimización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario