Un nuevo estudio muestra cómo Europa puede
aspirar a una reducción de los gases de efecto invernadero de hasta 25 puntos
porcentuales por encima de lo definido por la legislación europea. Pero para
lograr este objetivo, se necesita una rápida y decidida acción tecnológica y
social.
Objetivo
climático para 2030
La
Comisión Europea se prepara para revisar al alza su objetivo climático para
2030. Este otoño, se espera que el ejecutivo alcance un objetivo de – 40% para
las emisiones de CO2 al final de la década (según la legislación actual),
elevando el recorte al 50 o 55%. El porcentaje final está aún por definir, pero
un nuevo estudio – realizado por Climat y la Fundación Europea del Clima –
explica por qué la UE podría aspirar a más.
El
informe, titulado Increasing the EU’2 2030 emissions reduction target,
muestra cómo la UE-27 podría reducir sus emisiones
que alteran el clima en un 55% o un 65% para 2030, en
comparación con los niveles de 1990. Los objetivos, subrayan los autores,
pueden incluso alcanzarse excluyendo la acción sobre el uso de la tierra, la
silvicultura, la aviación y la navegación.
En
detalle, el documento proporciona 3 vías de descarbonización hasta 2030 que
“juegan” con las intervenciones tecnológicas y/o sociales: el escenario
centrado en la tecnología, el escenario de esfuerzo compartido y el escenario
del 65%.
Las
medidas que se aplicarán para reducir las emisiones de CO2-
En los
tres casos, los autores estiman que las tasas de promoción de la energía solar y eólica tendrán que al
menos duplicarse o triplicarse para el 2030. En el mismo plazo, la demanda de
gas tendrá que reducirse al menos a la mitad (en comparación con el nivel de
2019) y cualquier inversión en nuevas infraestructuras de gas tendrá que ser
minimizada.
Las tasas
de renovación de los edificios deberían al menos duplicarse o triplicarse para
2030, y estas renovaciones deberían llevarse a cabo mucho más a fondo. Para
ello será necesario innovar para digitalizar e industrializar la renovación de
viviendas a gran escala y a precios asequibles. Al mismo tiempo, la producción
de calor debe descarbonizarse usando todas las alternativas según las
circunstancias locales, como las bombas de calor, la energía solar térmica o la calefacción
urbana centralizada.
Todos los
escenarios demuestran claramente que la industria de la Unión Europea debe
aprovechar las oportunidades de la economía circular para lograr cero
emisiones netas a más tardar en 2050.
Para
lograr una reducción de las emisiones acorde con los escenarios analizados, la
inversión, la investigación y el desarrollo deben aumentar para el año 2030. La
transición se ve alentada por cientos de empresas que ya están fijando
objetivos científicos para reducir sus emisiones directas e indirectas de gases
de efecto invernadero, alineando así su estrategia con el Acuerdo de París y el Acuerdo Verde de
la UE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario