domingo, 5 de julio de 2020

El INSOMNIO un azote a la sociedad en cuarentena, recuperemos nuestro sueño-


El aislamiento social y los cambios de rutina generados por la emergencia por coronavirus, han hecho que muchas personas comiencen a tener problemas para dormir. Sueños interrumpidos o dificultad para conciliarlo son algunas de las formas en las que se presenta este problema, que puede ser pasajero o convertirse en un trastorno.

El insomnio es el problema más común en el confinamiento. Carlos Bodero, Jefe de Neurología del Omnihospital, explica que este insomnio, que no existía antes y se da a raíz de la pandemia, es psicofisiológico. Se da en la parte mental y hay una liberación del sistema nervioso autónomo y la persona tiene presión alta, taquicardia o siente ahogos.
En ocasiones, detalla Bodero, el paciente no puede conciliar el sueño, pero luego duerme hasta el día siguiente; en otras, en cambio, duerme, pero se levanta a las 02:00; y otros pacientes duermen, pero no de forma constante. Hay muchas variantes de este síntoma, comenta, pero si el problema no dura más de dos semanas, no hay que preocuparse.

¿Qué hacer para dormir mejor?

Macías explica que el ser humano es energía, y debe conservarla para estar saludable. Que hay que intentar volver al ciclo biológico normal, antes de optar por los somníferos, pues no son una solución real.

Dormir a oscuras

Una de las cosas que lo permiten, es tratar de descansar sin que entre ningún haz de luz. En la oscuridad, producimos melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño.
Dulcey añade que para la gente que tiene problemas en conciliar el sueño es mejor tapar los ojos con antifaz oscuro.

Sin gadgets

Como ya se explicó antes, hay que alejar los aparatos electrónicos de nuestro dormitorio. “La cama es para dormir, no para ver televisión”, recalca Bodero.

Establecer una rutina

Estructurar las actividades durante el día. Un tercio debe ser dedicado a la actividad productiva, puede ser teletrabajo o algo que nos obligue a estar activos. Según las recomendaciones del IES, estos horarios deben ser lo más similares a los que teníamos antes del confinamiento.

Hacer actividad física

Durante unos 25 minutos diarios. Si el objetivo es el sueño nocturno, hay que ejercitar el cuerpo de una forma aeróbica para elevar la temperatura corporal y sudar. Esto posteriormente hará que la temperatura baje y se mantenga de esa forma. Los ejercicios no deben hacerse en la noche, sino mínimo cuatro horas antes de dormir.
Macías enfatiza en que no hay que excedernos en la actividad física (dos horas o más) porque el metabolismo de la glucosa se altera y produce sustancias que irritan los músculos y el sueño no llegar porque el cuerpo está inflamado.

Rituales previos al sueño

Según el IES, tener pasatiempos previos a la conciliación del sueño, como leer el periódico o jugar algún juego de mesa, ayudan a que durmamos más rápido, pues ayudan a desconectar de las ideas del trabajo.
El sueño tiene que ser tratado religiosamente. Bodero indica que la gente se toma muy a la ligera su descanso. Pero hay que ser muy estricto con los horarios “Somos animales de costumbres (…) hay que educar el cerebro a dormirse a una hora y levantarse también a una misma hora”. El horario perfecto para dormir, según el neurólogo, son las 10 de la noche, pues allí comienza la liberación de melatonina, la hormona producida por la glándula pineal que regula el ciclo sueño-vigilia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario