Greenpeace
presentó ante la justicia una medida cautelar por 'daño grave e irreversible'
ya que, durante la cuarentena, se deforestaron miles de hectáreas de bosques
nativos en el norte del país. Además, la acción judicial busca preservar a los
'últimos 20 yaguaretés' ubicados en el Gran Chaco.
En los últimos 30 años, la Argentina perdió unas
ocho millones de hectáreas de bosques y la cuarentena impuesta en el país por
la pandemia de Covid-19 en marzo no impidió el desmonte de otras 21 mil,
lamentó Hernán Giardini, coordinador de la campaña del área de Greenpeace
Argentina.
Giardini
coordina la campaña de bosques desde hace 15 años y sostuvo en diálogo con
Télam que el mundo necesita "en forma urgente avanzar hacia un futuro
justo y verde basado en un sistema económico más inclusivo y equitativo que
opere dentro de los límites ambientales de nuestro planeta y coloque a la
ecología en el centro de la toma de decisiones".
En una entrevista con esta agencia,
Giardini explicó el planteo: "Hablamos de un nuevo paradigma para nuestra
sociedad moderna, pero no es realmente nuevo; tenemos mucho que aprender de los
pueblos indígenas y su forma tradicional de relacionarse con la naturaleza".
En esa línea argumentó
que el modelo del que habla requiere "deforestación cero, un cambio
profundo en el uso de la tierra para apoyar a los pequeños agricultores para
desarrollar la agroecología, no más extracción de combustibles fósiles o minerales"
y, además, la "restauración de ecosistemas críticos y la creación de
nuevas reservas en bosques y océanos. Esa transición no puede demorarse, debe
empezar ya".
Desde Greenpeace,
además, se pidió a la Corte Suprema de Justicia (CSJN) que frene la deforestación
en el norte argentino porque "afecta el hábitat de los últimos 20
yaguaretés" que quedan en la región del Gran Chaco.
La medida cautelar
presentada el jueves último es por "daño grave e irreversible", e
informa que entre el 15 de marzo y el 30 de junio de 2020, durante el
Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), se deforestaron 21.275 hectáreas
de bosques nativos en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa y
Chaco.
Según un comunicado de
prensa, la organización advirtió al máximo tribunal del país que las
"zonas desmontadas coinciden con el territorio y hábitat del yaguareté,
accionante en la presente acción, poniendo cada vez más en riesgo su
supervivencia, su propia existencia".
Por eso Greenpeace
solicitó a la Corte que dicte "el inmediato cese, en la totalidad del
territorio de las cuatro provincias demandadas, de cualquier tipo de actividad
de desmonte de bosque nativo".
"Resulta increíble
que el desmonte no se detenga ni en cuarentena. Es por ello que necesitamos una
rápida intervención de la Corte para detener los desmontes que están generando
un daño gravísimo e irreversible", señaló Enrique Viale, asesor legal de
Greenpeace y letrado patrocinante de la causa.
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