En la Argentina hay 285 unidades de detención. La
jurisdicción que más cárceles tiene es la provincia de Buenos Aires (54), en
tanto hay 33 prisiones federales.
Según el informe Sneep del 2015 (último
año disponible), para el 31 de diciembre del año pasado, había 71.464 personas
detenidas en cárceles del país. Es decir que la tasa de detenidos en el país es
de 166 cada 100.000 habitantes.
Del 2002 al año pasado, la población
carcelaria aumentó un 58,9%. Sin embargo, sigue siendo una de las tasas más
bajas de la región. Brasil, por ejemplo, tiene una tasa de 307, Chile 241,
Uruguay 291, y los EE.UU., de 693.
La provincia de Buenos Aires aloja a
31.760 presos en sus cárceles, y en 7 alcaidías, a 1317 internos. En conjunto
representan aproximadamente el 45% de los detenidos de todo el país. En tanto,
hay unas 2300 personas en comisarías y 1200 con monitoreo electrónico.
Además, el sistema recibe por año unos 2200 presos,
mientras que la tasa de recambio es de 600. Cuenta con unas 26.000 plazas, lo
que resulta en una sobrepoblación de 7000 internos, que asciende a 9000
contando los alojados en comisarías.
Un 95,8 por ciento de los detenidos son
hombres, mientras que un 4,14 % son mujeres. Un dato novedoso es que por
primera vez el informe SNEEP detalla la cantidad de personas transexuales
alojadas en las cárceles argentinas, que son 33 (0,04% de la población).
Gran parte de la población penitenciaria
es más bien joven: el 38,8 % tiene entre 25 y 34 años. La pequeña cifra de
menores de 18 que figura en el gráfico corresponde a menores alojados en
instituciones que están bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal pero
no son cárceles, según explicaron a LA NACION fuentes del Ministerio de
Justicia. En cuanto a las nacionalidades, el 94% de los detenidos son
argentinos, mientras que sólo el 6% son extranjeros, principalmente de origen
paraguayo, peruano y boliviano.
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