“Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable
exclusivo de las alegrías, placeres, risa y diversión, y la pena, desaliento y
las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos
sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo
que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es
insípido… Y gracias a este órgano nos volvemos locos y deliramos, y los miedos
y terrores nos asaltan… Debemos soportar todo esto cuando el cerebro no está
sano…Y en este sentido soy de la opinión de que la víscera ejerce en el ser humano
el mayor poder”. Hipócrates
¿Qué es el cerebro?
¿Qué es el cerebro? El cerebro se puede definir
como un órgano complejo, ubicado dentro del cráneo, que
gestiona la actividdad del sistema nervioso. Forma parte del Sistema Nervioso
Central (SNC) y constituye la parte más voluminosa y conocida del encéfalo.
Está situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal y está
presente en todos los vertebrados. Dentro del cráneo, el cerebro flota en un
líquido transparente, llamado líquido cefalorraquídeo, que cumple funciones de
protección, tanto físicas como inmunológicas.
¿El cerebro es un músculo? A pesar de que
coloquialmente se diga que el cerebro debe ser entrenado y ejercitarlo como un
músculo para evitar que se atrofie, en realidad debemos tener claro que el cerebro no es un músculo.
No está compuesto por miocitos, las células musculares, sino que está formado
por millones de neuronas que, interconectadas mediante axones y dendritas,
permiten regular todas y cada una de las funciones del cerebro, cuerpo y la
mente: Desde respirar, pasando por comer o dormir, hasta la capacidad para
razonar, para enamorarnos o para discutir con alguien. Todo esto pasa por el
control cerebral, siendo sólo una parte de todas las funciones del cerebro.
Como parte fundamental del encéfalo y del
SNC, las
funciones del cerebro podrían resumirse en controlar y regular la mayoría de
funciones del cuerpo y de la mente. El cerebro se encarga de
funciones vitales, como respirar o regular el pulso cardíaco, pasando por el
sueño, el hambre o la sed, hasta funciones superiores como el razonamiento, la
memoria, la atención (Corbetta & Shulman, 2002), el control de las
emociones y la conducta…
Todo
lo que sucede en nuestra vida, en la vigilia y en el sueño, ya sea respirar o
tragar, mirar, escuchar, tocar o degustar algo, leer o escribir, cantar o
bailar, pensar en silencio o hablar de nuestros pensamientos, amar u odiar,
caminar o correr, planificar o actuar espontáneamente, imaginar o crear, etc.,
es regulado por nuestro encéfalo. Algunas de las más importantes funciones del
cerebro son:
·
Control de funciones vitales: Como la regulación
de la temperatura, de la presión sanguínea, de la tasa cardíaca, la
respiración, dormir, comer…
·
Recibe, procesa, integra e interpreta toda la información que
recibe de los sentidos: La vista, el oído, el gusto, el tacto y el
olfato.
·
Controla los movimientos que hacemos y la posición postural:
Caminar, correr, hablar, estar de pie.
·
Es responsable de nuestras emociones y conductas.
·
Nos permite pensar, razonar, sentir, ser…
·
Controla las funciones cognitivas superiores: La memoria, el
aprendizaje, la percepción, las funciones ejecutivas… (Miller, 2000; Miller
& Cohen, 2001).
Aunque aún no tenía claro qué es el cerebro realmente, Hipócrates ya
intuía por aquel entonces que el cerebro humano es una de las creaciones más complejas,
enigmáticas y, a la vez, perfectas del universo. En su época,
Hipócrates y sus contemporáneos no podían imaginarse todo lo que llegaríamos a
conocer sobre el cerebro. Gracias a los avances tecnológicos en neuroimagen y
en medicina, biología, psicología y neurociencias en general hemos podido
descifrar grandes misterios en cuanto a su anatomía y funcionamiento. Sin
embargo, todavía existen muchas incógnitas y dudas por resolver acerca del
cerebro.
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