¿El dulce de leche NO ES ARGENTINO?
Los orígenes de ese manjar
tan argentino
Sobre el
origen del dulce de leche, que se atribuyen varios países de Asia, Europa y
América, el historiador Daniel Balmanceda, autor del libro “La comida en la
historia argentina” (Buenos Aires, 2016, Sudamericana) señaló que “en general
todo este
tipo de información se encuentra en correspondencias, diarios
íntimos y documentos de la época”.
Balmaceda explicó que “había pistas a lo largo de los
años. Primero surgió una historia que involucra a la escritora Victoria Ocampo,
quien quiso impresionar al director de orquesta ruso Igor Stravinsky y le
ofreció nuestro dulce, pero él le dijo que eso se llamaba Kajmak. ’Es una
comida de nuestra tierra’”, aseguró.
El historiador halló luego “una correspondencia de Tomás Anchonera, el diputado del Congreso de Tucumán, que en 1814 le pedía a un amigo cordobés que le enviara dulce de leche, cuando se supone que la Argentina se inventó en 1829; o sea que 15 años antes, por lo menos”, cuando según otra versión lo había inventado la cocinara de Rosas accidentalmente al olvidarse la olla de leche con azúcar sobre el fuego.
“Lo cierto
es que uno descubre que el dulce se comía en el sudeste asiático en la
antigüedad, y que de allí pasó a Filipinas y por el Pacífico a Acapulco”,
resumió Balmaceda tras repasar algunas anécdotas sobre el origen del producto.
RECETA CASERA:
*3 litros de leche entera
* 800 gramos de azúcar
* Una cucharadita de bicarbonato de sodio
* Esencia de vainilla
Hervir,
luego bajar el fuego y revolver de a ratos, en una olla de doble o triple fondo
para que conduzca mejor el calor. A la tercera hora de cocción empieza a
notarse el cambio, porque la preparación se pone más densa y oscura por la gran
evaporación del agua de la leche y la caramelización del azúcar. El punto se
comprueba cuando una gota de la mezcla no corre cuando se la apoya sobre un
plato congelado en el freezer.
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