El
racismo es una ideología que discrimina a las personas por una supuesta
pertenencia a un grupo, no tiene ninguna explicación biológica. Surge en
sociedades en las que un grupo de personas genera unas ideas racistas para
utilizarlas contra otro. Se han generado a los largo de la historia con fines
diferentes pero todas tienen en común que asignan valores diferentes a cada
raza o grupo, intentando argumentar la superioridad de un grupo sobre el resto
para justificar así sus privilegios.
Las
primeras ideas racistas aparecen en el periodo histórico del colonialismo y la
esclavitud. En aquel momento, la creación del concepto de raza pretende
legitimar la división entre personas blancas supuestamente “superiores” y
personas negras etiquetadas como “inferiores”, para mantener los privilegios de
los grupos que ostentaban el poder en los ámbitos políticos y económicos. Desde
el siglo XIX hasta la actualidad, el racismo ha tenido graves consecuencias en
la historia de muchos países. El genocidio judío del nazismo alemán, el
apertheid sudafricano o las discriminaciones que sufre el pueblo gitano en
España son ejemplos de los riesgos que el racismo puede provocar en una
sociedad. Por ello muchas personas como Rosa Parks han dedicado sus vidas a
explicarnos que no hay ningún motivo que pueda justificar las desigualdades.
Las
actuales manifestaciones del racismo continúan generando importantes
desigualdades sociales. Un ejemplo de estas nuevas formas de racismo es hablar
de la inmigración como un problema, en lugar de entender los movimientos
migratorios como una realidad de nuestro mundo. La globalización económica ha
provocado que la gente se mueva más por el mundo. Los movimientos de personas
se producen por causas muy diferentes, desde el interés personal por conocer
otros lugares, la necesidad de buscar empleo, los estudios, las amistades, el
exilio político…
Como
consecuencia de estos movimientos de personas, es muy habitual que hoy tengamos
en nuestro entorno personas que proceden de otros países o que practican
religiones diferentes a la nuestra. Esta diversidad genera un enriquecimiento
cultural muy interesante y positivo, sin embargo también está dando lugar a la
aparición de discursos racistas y xenófobos en nuestra sociedad ante los que
tenemos que tener tolerancia cero y responder con la denuncia y el apoyo a las
personas que los sufren a diario. Todas las personas somos responsables de
generar una sociedad más justa, por ello te animamos a no callar ante las
injusticias y encontrar formas para participar en asociaciones y grupos que
trabajen para defender los derechos humanos.
El
fútbol contra el racismo Piensa en los equipos de fútbol que más te gustan, ¿de
dónde son los jugadores y las jugadoras? La mayoría están compuestos por
personas de muchos países diferentes y son un ejemplo de convivencia, de
interculturalidad y de los buenos resultados que tiene la diversidad. Hay
muchas asociaciones que a través del deporte trabajan para promover valores
como la solidaridad y el respeto y sin duda el fútbol profesional por tener
tanto seguimiento es una buena herramienta para dar a conocer a muchas personas
estos valores.
Se
han organizado tanto en España como a nivel internacional desde las ligas
profesionales de fútbol, campañas contra las discriminaciones raciales y puedes
encontrar en internet materiales que pueden servirte para tomar ejemplos y
poder iniciar campañas en vuestro centro educativo. Por ejemplo la organización
Football Against Racism in Europe – FARE es una red de organizaciones de toda
Europa que desarrollan proyectos de sensibilización dentro de los estadios de
fútbol profesional para sensibilizar a todas las personas aficionadas. Animate
a investigar en su página web, seguro que encuentras ideas.
Todo
comienza en casa y luego la escuela:
Todas
las personas entramos en un aula en muchos momentos de nuestras vidas, siempre
con las ganas de aprender cosas, de emprender caminos y de encontrarnos con
otras personas que nos enseñen nuevas ideas. Piensa en lo importante que es que
en las clases haya gente que piense de maneras distintas y que tenga diferentes
experiencias porque de esa manera las clases serán mucho más interesantes. Pero
también es importante que todas las personas pongamos de nuestra parte para que
las clases sean espacios agradables para todas las personas.
Te
recomendamos algunas claves a tener en cuenta: • Cuando te des cuenta de que
hay personas que se sienten excluidas, que tienen vergüenza a participar en
clase, que tienen dificultad para expresarse intenta apoyar a esas personas,
hacerles sentir parte de la clase como todas las demás personas. • Si en tu
clase hay personas con religiones diferentes o que proceden de lugares que no
conoces anímate a preguntar porque conocernos es la mejor manera para
valorarnos. • Si en algún momento sufres o ves que alguna persona de tu entorno
está sufriendo una agresión racista, ¡no te calles! Deja claro que no estás de
acuerdo y que esa actitud no es justa ni tolerable. Tanto si suceden en nuestra
clase o en nuestro barrio o en la calle es importante que intentemos apoyar a
las personas que están sufriendo la discriminación para que no se sientan solas
y también que intentemos hacer entender a las personas racistas que sus
comportamientos no son adecuados y no generan nada positivo a la sociedad. • Si
encuentras artículos o materiales relacionados con el racismo que puede ser
interesante compartir con tus compañeros y compañeras de clase anímate a
proponer debates, porque es importante que conozcamos y reflexionemos sobre
estos temas para que podamos construir un mundo más igualitario.
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