Para concientizar a la población sobre los fuertes incendios
que azotan desde noviembre a Australia, autoridades locales colocaron un
árbol navideño hecho con restos de troncos y ramas calcinadas.
En la base del tronco
también fueron puestas cajas de regalos donde sobresale una bicicleta
quemada así como una alarma calcinada, entre otros artefactos inservibles que
ha dejado el fuego. Autoridades locales declararon este día el estado de
emergencia en Nueva Gales del Sur, la región más poblada y afectada por el
fuego.
Mientras miles de bomberos combaten el fuego, los termómetros
registraron un nuevo récord de calor en el país, por segundo día consecutivo,
alcanzando los 50 grados en algunas zonas. El ascenso de las temperaturas es un
signo de las consecuencias del cambio climático en Australia, donde los
incendios, comunes en verano, empezaron este año de forma intensa.
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