De
forma general, las sustancias que nos producen adicción como
las drogas (marihuana,
cocaína o cualquier otra), el alcohol,
la comida (azúcar
y harinas principalmente) o el tabaco,
son sustancias psicoactivas que actúan imitando la función de los
neurotransmisores, sustancias que actúan en el cerebro transmitiendo la
información de unas neuronas a otras y desencadenando la respuesta de los
centro cerebrales de la recompensa, la satisfacción o el placer. Por eso en
general nos hacen sentir bien y
por eso hay quién las usa para superar momentos difíciles.
El problema es que el
uso continuado de estas sustancias sustituye poco a poco la capacidad natural
de los neurotransmisores de producir sensación de bienestar, por lo que cada vez hacen falta dosis mayores para lograr
el mismo efecto y sentirse bien. Esto es lo que se llama tolerancia.
En
ese momento, se hace necesario consumir la sustancia en cuestión para evitar
sufrir ansiedad, temblores,
sudores, mareos, alucinaciones, vómitos, problemas para dormir y
otros síntomas que conforman el síndrome de abstinencia.
El síndrome de
abstinencia depende de la sustancia consumida, el tiempo que se llevase
consumiendo y del cuerpo de cada persona.
Alcohol
En bebedores moderados, el síndrome de
abstinencia empieza entre 12
y 24 horas después de haber dejado de beber, y puede provocar
síntomas como temblores, debilidad, escalofríos, dolor de cabeza, deshidratación y náuseas.
En
bebedores intensos, además de los anteriores, puede aparecer entre 2 y 10 días
después otro síntoma más grave, llamado delirium tremens: en principio se muestran ansiosos
y desorientados, con pesadillas, sudoración excesiva y depresión profunda.
Puede aparecer fiebre, taquicardias, convulsiones y alucinaciones.
Si la persona padece
además déficit de vitaminas puede
haber pérdidas de memoria y encefalopatía de Wernicke, en el que hay
movimientos anormales de los ojos y las extremidades, confusión y cambios de
carácter.
Nicotina
El síndrome de abstinencia del tabaco será
más fuerte cuanto más tiempo lleve una persona fumando y más fume al día. Los síntomas más comunes
son el deseo irrefrenable de volver a fumar, tensión, dolor de cabeza,
irritabilidad, somnolencia o insomnio y un aumento del apetito y del peso.
Cannabis
La marihuana es una de las drogas más
consumidas del mundo, especialmente entre adolescentes y gente joven. Sus
efectos incluyen la alteración de la percepción sensorial (se pueden percibir
los colores más brillantes), alteración enla percepción del tiempo, cambios en
el estado de ánimo, debilitamiento de la memoria y, si se consume en grandes
dosis, alucinaciones, delirios y psicosis.
A largo plazo,
interrumpir el consumo de marihuana puede producir síntomas como irritabilidad, ansiedad, somnolencia, pérdida
del apetito y deseo irrefrenable de volver a consumirla
Nacóticos
La morfina, el
opio, la heroína, la codeína o la oxicodona son algunas de las sustancias que
entran en este grupo y que actúan deprimiendo el sistema
nervioso (igual que hace el alcohol). En dosis pequeñas generan
euforia, pero cuando son altas relajan la actividad del cerebro, produciendo
aturdimiento y letargo.
Los primeros síntomas de
la abstinencia son la respiración
agitada, lagrimeo, flujo nasal y sudoración. Luego aparece
la hiperactividad,
un sentido de alerta exagerado, aceleración del ritmo cardíaco, piel de gallina
y fiebre. También pueden dilatarse las pupilas, producirse temblores,
escalofríos, dolor muscular, dolor abdominal y diarrea.
Ansiolíticos
Los barbitúricos o las benzodiacepinas forman
parte de este grupo de sustancias que se prescriben con receta médica
para controlar la ansiedad o poder dormir, pero que si se toman en dosis
altas o en grandes cantidades pueden generar una fuerte adicción.
La abstinencia
desencadena una reacción
grave y potencialmente mortal, similar al delirium tremens del
alcohol, cuyos principales síntomas son debilidad, malestar general, depresión,
temblores, deshidratación, delirios, alucinaciones e insomnio.
Anfetaminas
Las anfetaminas tienen un uso bajo control médico como medicamento para adelgazar, y otro
descontrolado como sustancia que ayuda a mantenerse despierto durante más horas
de lo normal, ya sea para trabajar, para estudiar o con fines lúdicos. La metanfetamina, el MDMA o el éxtasis entran
en el mismo grupo y también han alcanzado una amplia difusión como sustancias
ilegales.
Al interrumpirse el
consumo se produce un cansancio
y somnolencia extremas, aunque algunas personas también se
vuelven extremadamente
ansiosas. Puede incrementarse la sensación de depresión si esta
ya existían anteriormente, hasta el punto de aparecer tendencias suicidas.
Cocaína
La cocaína es otro estimulante
del sistema nervioso muy potente. La tolerancia se desarrolla rápidamente, lo
que produce enganche y necesidad de ir
aumentando la dosis.
Los síntomas de la
abstinencia incluyen un cansancio extremo, depresión e ideas suicidas y
alucinaciones.
Cuándo es el momento de buscar
ayuda
Aun cuando una persona
que consume drogas habitualmente ha tomado la decisión de querer dejarlo,
muchas veces con eso no es suficiente. La adicción es una enfermedad con síntomas físicos,
y como con cualquier otra enfermedad, puede ser necesaria la intervención de un
médico que prescriba un tratamiento pautado para curarse.
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