2021/(FARC) por el control del narcotráfico en
Nariño, en la frontera entre Colombia y Ecuador.
El Papa Francisco condenó
los actos de violencia que han sucedido en las últimas semanas en la región del
Pacífico y el sur occidente de Colombia, que integra los departamentos de Valle
del Cauca, Cauca y Nariño, y expresó su cercanía a las comunidades afectadas.
Desde hace dos semanas
ocurren enfrentamientos entre facciones guerrilleras disidentes de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por el control del narcotráfico en
Nariño, en la frontera entre Colombia y Ecuador.
El diario local El
Espectador señala que
los habitantes viven atemorizados por el aumento de casos de reclutamiento
forzado, masacres y desplazamientos. Una situación similar sucede en las
regiones fronterizas de Arauca (Colombia), y Apure (Venezuela), donde se han
producido enfrentamientos entre el ejército venezolano y otro grupo disidente
de la guerrilla colombiana.
Como consecuencia de la
violencia hay un desplazamiento masivo de migrantes venezolanos a Arauca. Ante
ese panorama, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolín
envió una carta al
presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Óscar Urbina Ortega,
en la que transmite el sentir del Papa Francisco.
“Al
recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes
de la región pacífico suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de
los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por
constituir lazos de paz en la entera región, el Santo padre reitera su firme
reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las
personas que están en medio de tanto sufrimiento”, indica la carta firmada por
el Cardenal Pietro Parolin.
“Asimismo,
Su Santidad Francisco eleva su oración al Señor y encomienda muy especialmente
a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, e invocando la maternal
intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición
apostólica”, concluye la misiva con fecha del 29 marzo, y hecha pública este 9
de abril en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia.
A inicios de marzo, los
obispos del Pacífico y Suroccidente colombiano se refirieron a
“las realidades de incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza,
generadas por la confluencia de situaciones de distinto orden que,
lastimosamente, percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales
como el narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la
extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios sectores
públicos y privados y el maltrato a la casa común”.
También exhortaron a los
gobernantes y a las comunidades a que se unan a trabajar en la búsqueda de
“soluciones integrales a corto y mediano plazo que hagan posible la
transformación real de esta triste y angustiante realidad”.
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