Hay un nuevo modelo de vivir y trabajar que está
impactando en los hábitos de las personas. Y en el rubro inmobiliario, la
consecuencia de esos cambios es muy visible: la búsqueda es para alquilar o comprar
espacios amplios con jardín y grandes terrenos. Esto trajo una
gran oportunidad para el desarrollo suburbano en distintos segmentos. Lo que
comenzó siendo un año incierto y con grandes interrogantes se transformó
positivamente por los grandes vientos de cambio en la forma que eligen los
argentinos de vivir, vincularse y trabajar.
¿Influyó la extensión del
teletrabajo?
Sí, la forma de trabajar online llevó a
muchas personas a darse cuenta de que no era necesario vivir en los grandes
centros urbanos. Comprobaron que podían trabajar cómodamente y de la misma
manera, pero a distancia. Por eso decidieron mudarse a muchos kilómetros de sus
lugares de trabajo.
¿Dónde
puso el foco esta demanda: lotes para construir, casas llave en mano?
En agosto comenzó el interés en lotes en barrios entregados por el
bajo valor en dólares de la construcción. La gente compraba para construir enseguida. Esto multiplicó las
ventas en barrios como San Sebastián y Pilar del Este (Pilar), San Matías
(Escobar) y Costa Esmeralda (Partido de la Costa).
¿Qué ocurrió con los precios?
Lógicamente, como consecuencia de esta
demanda, los valores comenzaron a subir, lo cual fue un gran impulso para
proyectos donde los precios estaban congelados hace varios años debido a la
crisis. Los terrenos que estaban en precios mínimos resurgieron por efecto de
la pandemia y la demanda por el verde, lo que sumado a la oportunidad de costo
de construcción, generó que el desarrollo suburbano tuviera mucho movimiento.
Una vez más, el mercado mostró que en las crisis los argentinos se
refugian en el ladrillo. Volvimos a comprobar que nuestro segmento es sinónimo de resguardo de valor para
muchos. Como consecuencia de este boom inmobiliario y la alta demanda, los
valores de la construcción tenderán a normalizarse a valores previos a esta
crisis, con lo cual todo aquel que haya podido aprovechar la oportunidad para
construir en estos meses se vio ciertamente beneficiado.
¿Cuáles son las perspectivas
para el 2021? ¿Cómo están pensando sus próximos proyectos?
Para este año vemos que esta tendencia continúa, con lo cual
estamos evaluando diferentes propuestas de barrios privados y proyectos de
casas, dúplex y town houses con un ticket aproximado de
US$100.000 a entregarse entre 16 y 18 meses. En este caso, se trata de un gran
atractivo para el público que quizás antes buscaba opciones en Capital Federal.
A un ticket más bajo puede acceder a una vivienda en el verde, y la distancia a
su trabajo tampoco es impedimento porque ya no tendrá que ir todos los días de
la semana a la oficina. Estamos pensando propuestas variadas, de distintos
productos y para distintos públicos: loteos en zona sur y zona norte;
propuestas de vivienda de lote más casa tipo town houses y propuestas de
descanso en Costa Atlántica e interior del país.
¿Qué
sucede con el mercado secundario de proyectos en marcha o terminados?
También. Tras meses sin actividad en el
mercado secundario, a partir de junio del año pasado la curva fue creciente. En
nuestros barrios, hubo casi 300 cesiones en julio, 593 en agosto, alcanzamos un récord histórico de 900 cesiones en septiembre,
870 en octubre y noviembre cerró con 645.
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