El sector de reciclaje mecánico de plásticos en Europa ha sufrido un
punto de inflexión desde la publicación de la Estrategia Europea de plásticos en febrero de
2018 que está obligando a las empresas a adaptarse a las nuevas exigencias
derivadas del plan de Economía Circular.
En España tenemos un sector de reciclaje mecánico de plásticos maduro
con más de 40 años de experiencia y estamos a la cabeza de Europa en ratio de
reciclaje y en cantidades recicladas, con 1.024.837 toneladas brutas de
plástico post-consumo recicladas cada año, lo que equivale a que cada año se
recicla el volumen del edificio más alto de España 16 veces y gracias a ello se
ahorran tantas emisiones de CO2 como las que emitiría un coche si recorriese 11
mil millones de kilómetros por sustitución de la materia prima virgen.
El
sector además está representado por la Asociación Nacional de Recicladores de
Plástico, ANARPLA, que con sus ya 25 años ha visto profesionalizarse al sector
y convertirse en lo que es ahora mismo. El sector está constituido por 136 empresas distribuidas por todo
el ámbito nacional y autorizadas para procesos R-3 de reciclado final. Estas empresas que en su conjunto emplean a 4.000 personas, en algunos casos
alcanzan capacidades de procesado de más de 50.000 t/año y se especializan por
tipos de materiales a tratar para obtener buenas calidades capaces de sustituir
materias plásticas “virgen” procedentes de las petroquímicas.
Hoy
en día, las plantas de reciclado mecánico cuentan con laboratorios propios y
con tecnología al nivel de la industria más moderna, cabe mencionar lo
clasificadores ópticos, la última tecnología en lavado y filtrado y sistemas de
control de calidad, medioambiental y de seguridad. La innovación y la economía circular están ligadas al ADN del
reciclador desde que los primeros recicladores se dieron
cuenta que esos residuos se podría convertir en recursos.
El
sector está adaptando su capacidad de tratamiento al objetivo europeo de
alcanzar 10 millones de toneladas de plástico reciclado para fabricar nuevos
productos para el año 2025, ya se están llevando a cabo proyectos que ampliarán
la capacidad de tratamiento del sector en 100.000 toneladas más en 2020. El
sector del reciclado por sí solo no conseguirá este objetivo, sino que es responsabilidad de toda la cadena de valor trabajar en un
objetivo en común, esos 10 millones de toneladas.
En los próximos años se potenciará la recogida selectiva, el ecodiseño
de los productos plásticos lo que ligado a la creación de un mercado de materia
prima secundaria se podrá conseguir tener un sector estable y económicamente
viable. Nuevos retos están en el horizonte como el cumplimiento del REACH, la
condición de fin de residuo, así como la legislación de contacto alimentario.
Por
lo que el futuro del sector pasa por impulsar nuevos mercados demandantes
para incrementar la demanda de reciclados sustituyendo el plástico virgen. Toda
la cadena de valor de la industria del plástico debe colaborar tanto para poder
incorporar reciclados en productos que actualmente no lo hacen y que requieren
de una mayor calidad y seguridad, como para aumentar el contenido en reciclado
en los productos que actualmente ya lo hacen. La innovación y las ayudas a la
inversión jugaran un papel muy importante para abrir nuevos mercados y para la
adaptación del sector.
Recientemente
la Comisión Europea ha comunicado su plan de 50 acciones concretas para luchar
contra el cambio climático “EU Green Deal”,
en el que se ha tenido muy en cuenta el papel que debe jugar el reciclaje.
Algunas de las medidas del plan ayudarán a conseguir los requisitos de
incrementar la demanda de materia prima reciclada y desligar la demanda de esta
del precio de la materia prima virgen, necesarios para el correcto desarrollo
sostenible del sector.
·
Ecodiseño de los productos para facilitar el reciclaje.
·
Sistemas de responsabilidad ampliada del productor para artículos que
hasta ahora no estaban bajo ningún sistema integral de gestión.
·
Todos los envases en el mercado de la UE sean reutilizables o
reciclables de una manera económicamente viable para 2030.
·
Luchar contra el greenwashing con información confiable, comparable y
verificable.
·
Las administraciones públicas, incluidas las instituciones de la UE,
deben liderar con el ejemplo y asegurarse de que sus compras sean verdes. La
Comisión propondrá más legislación y orientación sobre compras públicas
ecológicas.
·
Se debe recuperar el valor económico de los residuos, esto requiere
nueva legislación, incluidos objetivos y medidas a abordar sobre el packaging y
los residuos generados.
·
Las empresas de la UE deberían beneficiarse de un sistema único sólido e
integrado mercado de materias primas secundarias y subproductos. Esto requiere
una cooperación más profunda a través de cadenas de valor, como en el caso de
la Circular Plastics Alliance.
·
La Comisión debe considerar requisitos legales para impulsar el mercado
de materias primas secundarias con contenido de reciclado obligatorio.
·
Además, desde el sector se considera que ayudaría a este desarrollo
sostenible:
·
Una armonización legislativa con Europa y entre comunidades
autónomas.
·
La toma de decisiones basadas en el pensamiento de ciclo de vida
completo de los artículos plásticos.
·
Impulso al uso de plástico reciclado por medio de ayudas fiscales.
Con todo ello
se darán las condiciones necesarias para que la demanda se equilibre con la
oferta y nos podamos seguir beneficiando de un sector que es parte de la
solución a tres de los problemas más grandes que tenemos como sociedad, lucha
contra los residuos abandonados, agotamiento de los recursos y cambio climático.
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