La
tecnología basada en la celda microbiana de desalación ha sido desarrollada por
Aqualia en colaboración con el instituto IMDEA Agua en el marco del proyecto
H2020 MIDES de innovación.
Los primeros prototipos de esta tecnología, con capacidad de
3.500 litros/día, están en funcionamiento en Denia (Alicante) y Tenerife. El
primero empezó a operar en verano de 2020 y se alimenta de agua salobre,
mientras que el de Tenerife comenzó a funcionar a principios de 2021 con agua
de mar. Una vez completado un año de funcionamiento se espera su ampliación y
despliegue en otras localizaciones.
Aqualia ha patentado en Estados Unidos de la celda microbiana de
desalación (MDC).
Esta tecnología, que también recibió patente europea en 2020, permite la desalación sin
aporte externo de electricidad, usando la materia orgánica de aguas residuales
como fuente de energía. La reducción del consumo energético en
el proceso de desalación es uno de los principales objetivos del sector de la
gestión del agua. En este sentido, la desalación tradicional por ósmosis
inversa requiere de 4 Kwh de energía por metro cúbico de agua.
Todos
los procesos desarrollados abordan los retos del tratamiento
sostenible de las aguas residuales y la conversión de depuradoras en
biofactorías. De esta manera, Aqualia contribuye activamente
a luchar contra la emergencia climática integrando líneas de investigación para
recuperar materiales de los residuos y convertirlos en subproductos que
puedan tener una nueva vida.
Frank
Rogalla, director de Innovación y Tecnología de Aqualia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario