En invierno debemos estar atentas a no descuidar nuestro
cuerpo. Suele pasar que las bajas temperaturas nos llevan a dejar de lado las
ensaladas, las frutas frescas o el agua. Para evitarlo, incluí estos alimentos
en tu menú:
1) Brócoli y hojas verdes crudas. El primero es rico en vitamina C, en
antioxidantes y muy bajo en calorías. Las segundas aportan clorofila con efecto
depurativo y enzimas. La idea es no abandonar las verduras. Consumirlas
cocidas, al wok con aceite de oliva, en guisos con salsa de tomate casera, en
revueltos con claras de huevo o en tortillas al horno.
2) Tomate. Es una excelente fuente de fibra, poseen una cantidad enorme de
vitaminas, entre ellas, las del grupo C y E que tienen una excelente capacidad
antioxidante. Evita la oxidación celular y agiliza la depuración de los
productos tóxicos. Es conveniente quitar la piel en el momento de consumirlo
porque en ella se depositan la mayor cantidad de químicos nocivos.
3) Frutas secas. Las nueces contienen
mucho calcio y son ideales para mantener los huesos en buen estado. Son muy
recomendables en personas mayores que pueden tener más facilidad en
descalcificarse, sobre todo en mujeres que se encuentren en la postmenopausia y
en los niños. Deben comerse frescas, porque su alto contenido graso hace que se
pongan rancias apenas peladas.
4) Infusiones. Consumir té de frutas y té verde. También
caldos, pero tienen que ser caseros porque los instantáneos contienen muchos
aditivos perjudiciales.
5) Bebidas. Conviene reducir e incluso eliminar de la
dieta sustancias tóxicas y excitantes como la cafeína. También las bebidas
estimulantes: excitan pero no nutren y su uso continuado produce desgaste
nervioso, agotamiento y falta de adaptación al estrés.
6) Sopas. Pueden ser de zanahoria, de zapallo o de cualquier verdura.
Podés agregarles semillas para hacerlas más nutritivas (chía para incorporar
omega 3, sésamo para aportar un extra de calcio, etc.)
7) Frutas. Aprovechá las frutas cítricas de esta época
del año, que son ricas en vitaminas y antioxidantes. Algunos ejemplos son el
kiwi, la naranja, la mandarina y el pomelo.
8) Pescados. Son las proteínas más aconsejadas. Se sugiere
consumirlos entre 4 ó 5 veces por semana.
9) Carnes. Las rojas desgrasadas y el pollo deben completar el
menú semanal.
10) Huevos. No debemos olvidarlos para completar una
alimentación balanceada. Son una rica fuente de proteínas y mejor si son
orgánicos. Pueden consumirse todos los días.
Siguiendo estos sencillos consejos
podemos proveer a nuestro organismo de buenos nutrientes que nos permitan
disfrutar del invierno.
Fuente: Nutrición
y salud.com-
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