Las personas tóxicas dificultan una vida en positivo, al poseer una mentalidad negativa con la capacidad de manipular a otras personas y limitarlas en su accionar, imposibilitando su desarrollo autónomo e independiente.
Características de las
personas tóxicas:
Egocentrismo
Estas
personas son esencialmente egocéntricas. Son individuos que excesivamente hablan de
sí mismos, sin mostrar interés por el otro y con indiferencia
frente a las necesidades de sus semejantes. Al colocar siempre por encima de
todo sus propios requerimiento, se transforman en personas caprichosas que
obligan a otros a ir detrás de cada una de sus necesidades, por más triviales
que sean.
Pesimismo
Una actitud tóxica es la queja permanente. Estas
personas constantemente tienen un discurso negativo.
Ante cada situación verán el vaso medio vacío. Ante estas personas podemos
tomar dos opciones: explicarles que vivir la vida no se trata de
tener esa visión pesimista o directamente huir de ellas.
Victimización
Frecuentemente
estas personas se posicionan en el rol de victimas, para de este modo
ser el centro de atención y mantener atadas a otras personas en función de sus
propias necesidades.
Falta de
autocrítica
Las personas
tóxicas consideran en la mayoría de las ocasiones que todo el que esté en su
entorno se pone en su contra. Raramente analizan si su
comportamiento estuvo bien o mal, al no realizar nunca una auto-crítica.
Vanidad
Sienten la necesidad de presumir y están siempre intentando ensalzarse a sí
mismos. Desafortunadamente esto indica su inconformismo con su
propia persona, que tapan a través de la vanidad. En el fondo, buscan sentirse
mejor a costa de los demás.
Ignorancia
Como su ego desmedido les
impide aprender de otros, estas personas pueden desarrollar
una ignorancia importante en determinados temas, que se obtiene de forma
voluntaria.
Aprovechamiento del esfuerzo ajeno
Suelen aprovecharse económicamente de la buena voluntad de otras personas,
pero no recibiendo una ayuda en un mal momento sino colocándose en una
posición cómoda y sin realizar ningún esfuerzo para
mejorar su realidad económica y no depender de otros.
Comodidad
excesiva
La vida
insume tomar riesgos. Aquellas personas que no anhelan salir de su zona de
bienestar y confort por comodidad o por miedo son tóxicas.
Muchas veces incitan u obligan sutilmente a otras personas a seguir ese camino
de temor o comodidad extrema.
Envidia y
celos
Las personas con estos sentimientos son como monstruos emocionales,
que roban la alegría y la energía de otros a partir de sus propias
limitaciones.
Infelicidad
Se dicen
que actúan
de esta forma porque en el fondo son verdaderamente infelices,
aunque muestren otra cara externa frente a los demás. Ya sea de un modo consciente
o no, estas personas poseen trabas emocionales que les impiden desarrollar
su personalidad,
dedicándose a inyectar negatividad en la vida de otras personas.
Debemos ayudarlas haciendo que sean atendidas por psicólogos o psiquiatras-
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