Son considerados los pulmones
del planeta. Los árboles y bosques purifican el aire y contribuyen a regular el
clima. Su importancia e impacto sobre el medio ambiente son de un valor
incalculable. Es por ello que se celebra el Día Mundial del Árbol el 28 de
junio.
Cada 28 de
junio se conmemora su día, con el objetivo de informar sobre la importancia de
los árboles en la vida del planeta y sensibilizar a la población sobre la
necesidad de conservar el Medio Ambiente.
En el año 1840
Suecia fue el primer país que celebró el Día del Árbol, para generar conciencia
sobre la importancia de los recursos forestales y de los árboles. Estos héroes
verdes contribuyen a disminuir la contaminación ambiental y climática generada
por el hombre, protegen el suelo y son esenciales para lograr un desarrollo
sostenible, siendo imprescindibles para la vida.
Los árboles
juegan un papel fundamental en la conservación del medio ambiente:
·
Liberan el
oxígeno y transforman el dióxido de carbono (CO2) en biomasa, reduciendo el
efecto invernadero.
·
Son
reguladores de los ciclos hidrológicos contribuyendo a evitar inundaciones.
·
Previenen la
erosión de los suelos, favoreciendo el desarrollo de la agricultura.
·
Constituyen el
hábitat de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
·
En las zonas
selváticas contribuyen a formar un ambiente húmedo.
·
Contribuyen a
regular el clima, reduciendo los efectos del cambio climático generado
principalmente por el hombre.
·
Son una fuente
de materia prima para la elaboración de medicinas, alimentos, papel,
combustible (madera y carbón), fibras y otros materiales naturales como corcho,
resinas y caucho.
De acuerdo a
un estudio reciente, publicado por el Journal of Sustainable Forestry, existen
en nuestro planeta 60.065 especies de árboles.
Dependiendo de
la especie los árboles se desarrollan plenamente al llegar a los 40 o 50 años.
A nivel
mundial cerca del 78% de los bosques primarios han sido destruidos por la mano
del hombre y el 22% restante se ha visto afectado por la extracción de madera.
El 12% de los bosques del mundo están designados para la conservación de la
diversidad biológica.
Se estima que
los bosques constituyen un reservorio vital de carbono, acumulando unas 289
gigatoneladas de este elemento.
Ocupan grandes
extensiones que alcanzan el 28,5% de las tierras, a excepción de la Antártida y
Groelandia.
La mitad de
los bosques en el mundo están ubicados en los trópicos y el resto en zonas
templadas y boreales. Europa y América del Sur tienen la mayor superficie
forestal, seguidos de América del Norte y África.
La
deforestación de bosques y árboles producen un 15% de emisión de CO2 anual en
todo el mundo, superando a la generada por vehículos, barcos y otros medios de
transporte.
Para muchas
culturas, algunos árboles representan historias o tienen un significado
religioso que los hacen especiales.
Es alarmante
la desaparición de grandes superficies arbóreas alrededor del mundo, por los
procesos de deforestación generados por el hombre de manera indiscriminada y
por razones climáticas (sequías, huracanes, vendavales, granizadas), estimada
en dieciséis millones de hectáreas anuales (aproximadamente un tercio de los
bosques del mundo).
Las
alteraciones producidas por el cambio climático generan niveles de acumulación
de combustible en los bosques, incrementando la incidencia, durabilidad e
intensidad de los incendios forestales.
Por otra
parte, la tala indiscriminada afecta la pérdida del hábitat de diversas
especies animales y vegetales, disminuyendo la fertilidad de los suelos y la
posibilidad de regeneración de superficies arbóreas.
Existen
numerosas organizaciones ecologistas que promueven una conciencia de protección
y conservación de estos ecosistemas (bosques y árboles) mediante un uso
adecuado de los recursos naturales existentes. Es fundamental que los gobiernos
del mundo apliquen medidas y políticas que contribuyan a frenar los efectos del
cambio climático y la tala indiscriminada.
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