Las palabras racismo y xenofobia se usan a menudo como
sinónimos. Sin embargo, aunque las dos hacen referencia a formas de intolerancia y
discriminación contrarias al respeto de los derechos humanos, no significan lo mismo. ¿Conoces las diferencias entre xenofobia
y racismo?
¿Qué es la xenofobia?
La palabra xenofobia proviene del prefijo
griego xeno, que hace referencia a algo o alguien de origen
extranjero; y el sufijo latino fobia, que indica
rechazo o aversión. Así, la xenofobia significaría literalmente “rechazo
al extranjero”. En principio, no tendría necesariamente
connotaciones raciales o culturales, sino que basaría en el rechazo a cualquier
persona por el mero hecho de no compartir la misma nacionalidad.
Según la Organización
Internacional de las Migraciones, la xenofobia se emplea para
designar “actitudes, prejuicios o
conductas que rechazan, excluyen y, muchas veces, desprecian a otras personas,
basados en la condición de extranjero o extraño a la identidad de la comunidad,
de la sociedad o del país”.
¿Qué es el racismo?
El racismo, por su parte, es una actitud o
ideología donde una raza o grupo étnico se considera superior a
otra. Según el diccionario de la Real Academia Española, el racismo es la
“exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la
discriminación o persecución de otro u otros con los que convive”, así como
“una ideología o doctrina política basada en el racismo”.
La diferenciación racial entre los seres
humanos tiene su origen en la conquista de América y la
posterior esclavización masiva de personas para explotar los recursos del
llamado Nuevo Mundo. Otro periodo destacado fue
la segregación racial que se
vivió en Estados Unidos tras la guerra civil del país y contra la
que lucharon figuras históricas como Martin Luther King o Rosa Parks, entre
otras.
Pero si hay un sistema que ha marcado un antes y un
después cuando hablamos de racismo es el régimen nazi. Establecido en
Alemania entre 1933 y 1945, tuvo como principales víctimas a las distintas
minorías étnicas del continente, especialmente a las personas judías, pero
también a personas gitanas, homosexuales o presas de guerra, entre otras.
Otros regímenes racistas sobrevivieron
hasta los años 90, como el Apartheid sudafricano, un sistema
político desigual donde la población negra e india del país era fuertemente
discriminada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario