viernes, 11 de junio de 2021

Enfermedad del HÍGADO GRASO no alcohólico- El saber nos hará libre y saludables-

 

Enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es un término general para una variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol. Como su nombre lo indica, la característica principal de la NAFLD es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas.



La NAFLD es cada vez más común en todo el mundo, especialmente en los países occidentales. En los Estados Unidos, es la forma más común de enfermedad hepática crónica, y afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población.

Algunos individuos con NAFLD pueden desarrollar esteatohepatitis no alcohólica (NASH), una forma agresiva de enfermedad del hígado graso, que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática. Este daño es similar al daño causado por el consumo excesivo de alcohol.

SINTOMAS:



La NAFLD generalmente no causa signos ni síntomas. Cuando lo hace, pueden incluir:

·                     Fatiga

·                     Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen

Entre los signos y síntomas posibles de NASH y cicatrización avanzada (cirrosis) se incluyen los siguientes:

·                     Hinchazón abdominal (ascitis)

·                     Vasos sanguíneos agrandados justo debajo de la superficie de la piel

·                     Bazo agrandado

·                     Palmas rojas

·                     Color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia)

Causas

Los expertos no saben exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado mientras que otras no. De manera similar, no se termina de entender por qué algunos hígados grasos desarrollan inflamación que avanza hasta la cirrosis.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la esteatohepatitis no alcohólica están relacionadas con lo siguiente:



·                     Sobrepeso u obesidad

·                     Resistencia a la insulina, en la cual las células no absorben azúcar en respuesta a la hormona insulina

·                     Azúcar alta en la sangre (hiperglucemia), lo que indica prediabetes o diabetes tipo 2

·                     Niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre

Estos problemas de salud combinados parecen favorecer el depósito de grasa en el hígado. Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina para las células hepáticas, lo que causa inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de tejido cicatricial en el hígado.

Fuente: Mayo Clinic

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